Los científicos habían asumido que el núcleo solar giraba como un carrusel a la misma velocidad que su superficie, pero un nuevo estudio concluye que lo hace cuatro veces más rápido. "La explicación más probable es que esta rotación del núcleo es un recuerdo de la época en que el Sol se formó hace unos 4.600 millones de años", asegura Roger Ulrich, profesor emérito de astronomía de UCLA, que ha estudiado el interior del Sol durante más de 40 años, y es coautor del estudio que publicado ahora en la revista Astronomy and Astrophysics. "Es una sorpresa, y resulta muy emocionante pensar que podríamos haber descubierto una reliquia de lo que era el Sol al nacer, su velocidad", afirma.

"Después de la formación del Sol, el viento solar probablemente frenó la rotación de su parte exterior", añade Ulrich. Los investigadores estudiaron las ondas acústicas superficiales en la atmósfera del Sol, algunas de las cuales penetran hasta su núcleo, donde interactúan con ondas de gravedad que tienen un movimiento similar al del agua en un camión cisterna circulando por una carretera llena de curvas. A partir de estas observaciones, detectaron los movimientos de chorro del núcleo solar.

Ese tiempo de viaje es influenciado por el movimiento de las ondas de gravedad"

Mediante la medición cuidadosa de las ondas acústicas, los investigadores determinaron con precisión el tiempo que tardaban estas en viajar desde la superficie hasta el centro del Sol y viceversa. "Ese tiempo de viaje es influenciado por el movimiento de las ondas de gravedad", alega Ulrich.

Los investigadores identificaron el movimiento descrito y realizaron los cálculos usando 16 años de observaciones de un instrumento llamado GOLF (Global Oscillations at Low Frequency) en la nave SoHO (Solar and Heliospheric Observatory), un proyecto conjunto de la Agencia Espacial Europea y la NASA. La idea de que el núcleo solar podría estar girando más rápidamente que la superficie se había pensado desde hace más de 20 años, pero nunca antes se había medido.