Desde el pasado 26 de octubre ya se puede reservar el nuevo Google Pixel 2 XL, la única versión del teléfono que el gigante de internet trae a España. Es la primera vez que el buscador se encarga del desarrollo de un smartphone y su sello se nota pero, ¿es el mejor smartphone con Android del mercado?

Lo primero que hay que decir es que los usuarios que se pasen al Pixel 2 XL desde su iPhone lo van a tener fácil, pero no van a poder escapar de la impresión que supone dejar atrás el armonioso iOS de Apple para caer en un más simple Android aunque novedoso Oreo 8.0, el más avanzado hasta ahora. El cambio, eso sí, será muy fácil y en apenas unos minutos tendremos todas nuestras fotos y archivos en el Pixel 2 XL.

Lo que primero llama la atención es el tamaño del dispositivo, quizás excesivo para poder manejarlo con una sola mano. Si además contamos con el añadido de la obligada -es un móvil de 960 euros- funda, el dominio es aún más difícil y escribir un whatsapp o un email, casi imposible.

También llama la atención que en plena era de los teléfonos premium, uno de la gama más alta aún tenga una parte trasera en la que se echa de menos algo de material algo más cuidado, en un momento en el que iPhone 8, por ejemplo, viste un cristal. En el Pixel 2 XL encontraremos un plástico que pasa el corte, pero sin más lujos.

En esa parte trasera está el sensor de huella dactilar. Tengo que decir que en este punto mi opinión ha cambiado radicalmente y ahora me parece cómodo y fácil, aún más que cuando solía estar colocado en la parte delantera. Y eso sólo tras unos días de prueba, pero ya se ha convertido en algo mecánico y sólo se me ha ido el dedo a la cámara una o dos veces. La funda ayuda mucho en ese sentido.

Gran pantalla

Es uno de los puntos fuertes del Pixel 2 XL, pese a los problemas que ha presentado en este sentido. La pantalla de seis pulgadas OLED QHD+  es muy buena, sobre todo para aquellos que veníamos de un móvil con LCD como los últimos iPhone.

Llega prácticamente de norte a sur del teléfono, haciendo que ver series o vídeos en el móvil sea más cómodo que nunca. De nuevo, los que teníamos un teléfono por debajo de las cinco pulgadas hemos agradecido el cambio.

Sí es cierto que los problemas que muchos usuarios han resaltado existen. Con una vista totalmente frontal la pantalla tiene una calidad excelente, pero cuando se empieza a rotar ligeramente el teléfono se notan los tonos azulados. No es una cosa que deba preocupar al público menos puntilloso y, de hecho, es probable que alguno ni lo haya notado, pero con un dispositivo que cuesta 959 euros la exigencia debe ser máxima. En cualquier caso, parece que Google ya está trabajando en ello.

Muy buen rendimiento

El Pixel 2 XL es el móvil más rápido y fluido que yo he tenido en mis manos hasta ahora. Habrá que ver de qué es capaz el iPhone X, pero hasta ahora el Pixel 2 XL lleva la cabeza. Incluso el Galaxy S8 está un pasito por detrás.

En sus tripas lleva un chip Qualcomm Snapdragon 835, en teoría el más potente de la compañía estadounidense, con 8 núcleos que dotan al Pixel 2 XL de una potencia muy importante.

La versión que llegará a España tiene 64GB en su interior, pero cuenta con almancenamiento online ilimitado de imágenes y vídeos de manera gratuita y para siempre. Es una baza casi decisiva que sólo una compañía con el músculo financiero de Google puede ofrecer.

La batería es otro de los grandes argumentos, ya que aguanta toda una jornada incluso a los usuarios más exigentes. Viendo Netflix y usándolo con los típicos emails y redes sociales, llegar a casa con batería más que de sobra es lo habitual.

Un punto muy a favor del terminal de Google son los altavoces, con una potencia que llena cualquier habitación sin problemas. En cuanto a la ausencia del puerto jack para la conexión de auriculares, habrá gente que esté muy a favor de estos cambios, pero somos muchos los que lo consideramos innecesario. Con el Pixel 2 XL, así como con muchos otros de gama alta como los últimos iPhone, es imposible escuchar música o un vídeo mientras se carga la batería.

La cámara

Mención aparte merece la cámara del Pixel 2 XL. Cuenta con dos, la trasera con 12,2 megapíxeles y la frontal con 8 megapíxeles, que toman unas instantáneas de altísima calidad. El modo retrato es muy bueno, incluso por la noche con unos niveles de luz muy bajos. En las imágenes se puede ver a la izquierda una imagen tomada con el iPhone 8, y a la derecha otra con el Pixel 2 XL.

Según la métrica de DXO Mark, no siempre fiable al 100% pero sí un elemento igualador entre todos los móviles, el Pixel 2 XL tiene la mejor cámara jamás integrada en un smartphone, y con diferencia. Sus 98 puntos son bastante superiores a los 94 que han registrado el Samsung Note 8 y el iPhone 8 Plus, sus dos grandes rivales en estos momentos.

La cámara también lleva incorporada la función Google Lens, que permite sacar información de objetos, edificios o carteles que enfoquemos con el móvil. Así, si apuntamos con Lens a una construcción podremos saber el arquitecto, cuál es su función dentro de la ciudad y el resto de la información. Útil en los viajes y como curiosidad.

Lo mejor y lo peor

El Pixel 2 XL es el mejor teléfono con Android que se puede encontrar en el mercado a día de hoy, el único con unos pocos argumentos para arrebatarle el trono ahora mismo al iPhone X. Es un móvil muy rápido y con mucha fluidez, que abre y cierra aplicaciones casi al instante. Además, con la pantalla grande es muy fácil ver vídeos en cualquier sitio.

La cámara es otra de las grandes virtudes del teléfono. El modo retrato es espectacular y no tiene nada que envidiarle a ningún otro teléfono. Habrá que ver cómo le sale a Apple su móvil del décimo aniversario, pero va a encontrarse con un serio rival.

En cuanto a lo negativo, ciertos problemas que no terminan de ser decisivos, pero que en un teléfono que se acerca a los 1.000 euros sí que resultan molestos. Además del mencionado problema con la pantalla, los usuarios también se han quejado de que el audio en los vídeos no es el mejor, aunque parece ser algo aislado ya que no lo hemos sufrido.

Sí que he notado un sobrecalentamiento del teléfono tras la descarga de episodios en Netflix y de la biblioteca de canciones de Spotify, No tengo claro si el efecto se intensificó por la funda, pero lo cierto es que incluso la mesa de madera sobre la que estaba el terminal acabó caliente.

Con ese precio, el Pixel 2 XL debía contar con muchos argumentos para convencer a los usuarios de que es la opción ideal para convertirse en su móvil para los próximos años. Y lo cierto es que los tiene, y de sobra. No será del gusto de todo el mundo, como es lógico, pero aquellos que lo compren no se arrepentirán.