Ciencia y Tecnología | Investigación

Exoplanetas y vida extraterrestre

TESS, un telescopio listo para descubrir 20.000 nuevos planetas

Esperan descubrir unas 500 'supertierras', pese a un ligero defecto óptico con el que trabajará

TESS, el telescipio cazaplanetas de la NASA

TESS, el telescipio cazaplanetas de la NASA Goddard Space Flight Center

En las inmediaciones de nuestro sistema solar hay otros 200.000 soles. Están a menos de 300 años luz, a tiro de piedra. O, más bien, a tiro de TESS (Transiting Exoplanet Survey Satellite), el nuevo telescopio de la NASA listo para monitorizar toda esa cantidad de estrellas durante dos años. La misión es comprobar si tienen planetas a su alrededor, ver su tamaño y determinar si se encuentran en una zona habitable. El método en aparentemente sencillo y bello. TESS detectará minieclipses desde la órbita de la tierra, donde trabajará.



No es normal que una estrella brille durante unas horas con menos luz de la habitual. Este puede ser un indicio de que un planeta pasa delante de su sol desde nuestra perspectiva. Así es el método con el que trabajará TESS para descubrir nuevos mundos. Aquí te lo explicamos con naranjas. | Vídeo: M.V.

 

TESS, lanzado por un Falcon de SpaceX de Elon Musk, se concentrará en estrellas de 30 a 100 veces más brillantes que los objetivos de su antecesor, Kepler. El brillo de estas estrellas objetivo permitirá a los investigadores utilizar la espectroscopía, el estudio de la absorción y emisión de la luz, para determinar la masa, densidad y composición atmosférica de un planeta. El agua y otras moléculas clave en su atmósfera pueden darnos pistas sobre la capacidad de un planeta para albergar vida. Si bien contamos ya con otros instrumentos en Tierra para ello y, en 2020, el futuro telescopio James Webb, que pretende relevar al emblemático Hubble.

"Una de las preguntas más importantes cuando un astrónomo encuentra un planeta en la zona habitable de una estrella es si será interesante desde el punto de vista de un biólogo", señala George Ricker, investigador principal de TESS en el MIT. "Esperamos que TESS descubra una serie de planetas cuyas composiciones atmosféricas, que tienen posibles pistas sobre la presencia de la vida, podrían ser medidas con precisión por futuros observadores".

Los investigadores recuerdan que cuando fue lanzado Kepler, en 2008, no se podían imaginar que descubriría la inmensa mayoría de los más de 4.600 exoplanetas censados en la actualidad, 3.700 confirmados. Por su lejanía, hay que escoger unos pocos para hacer investigaciones posteriores sobre su composición. Kepler daba apenas datos sobre su tamaño

Dentro de dos meses, TESS empezará a enviar a la Tierra sus primeros datos desde una órbita que variaría de los 108.000 km a los 375.000 km (la Luna está de media a 384.403 km de la Tierra).

Un telescopio un poco miope

Hace algo más de un año, se supo de TESS tiene un ligero defecto de fabricación que le otorga una visión algo borrosa para los objetos más pequeños. No es tan grave como el defecto que obligó a reparar el Hubble después de su lanzamiento, pero es una ligera desviación que nos hará perdernos algún detalle de los planetas justamente más interesantes: los terrestres.

Tal y como afirma el autor de Eureka, el astrónomo Daniel Marín, "fue durante una de las pruebas cuando se comprobó que las cámaras se desenfocaban una semana después de estar sometidas a la temperatura de funcionamiento", hacia los -75ºC. La NASA se apresuró a decir que en absoluto compromete la misión. "No obstante, el desenfoque genera mayor ruido en los datos, un ruido que afectará especialmente a los planetas más pequeños", apunta Marín, quien cree que el potencial de descubrir supertierras disminuirá en torno a un 10%.

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