Los océanos desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas que a veces olvidamos: son los pulmones de nuestro planeta, ya que generan la mayoría del oxígeno que respiramos y absorben parte del CO2 que producimos y son fuente de alimentos y medicinas.

En el Día Mundial de los Océanos, WWF quiere celebrar la belleza, riqueza y el potencial de los océanos, pero también recuerda las consecuencias y las presiones que la actividad humana ejerce sobre esta parte esencial de la biosfera.

Este año, el tema central es la contaminación por plásticos, pues se han convertido en la principal amenaza para la salud de nuestros mares y están causando graves daños tanto las especies marinas como a la salud de las personas.

La contaminación por plástico cuesta a nuestros océanos la vida de un millón de aves marinas y de 100.000 mamíferos marinos al año

Millones de toneladas de plástico acaban cada año en nuestros océanos, causando estragos en la vida silvestre, la pesca y el turismo. Los datos son impactantes: la contaminación por plástico cuesta a nuestros océanos la vida de un millón de aves marinas y de 100.000 mamíferos marinos al año. Además, una de cada dos tortugas marinas ha ingerido plástico y el 90% de las aves marinas tiene fragmentos de plástico en su estómago.

Debido a las corrientes oceánicas, hay ciertas regiones que concentran una mayor acumulación, como la conocida “isla de plástico” del océano Pacífico o algunos países asiáticos.

Pero no hace falta irse tan lejos: Europa es el segundo mayor productor de este material del mundo y, en concreto, España se sitúa en el cuarto puesto de países europeos que más lo consumen, después de Alemania, Italia y Francia.

El mar Mediterráneo, nuestro mar, es uno de los mares más contaminados por plástico: el 95% de los residuos encontrados en alta mar, en los fondos marinos y en las playas mediterráneas son plásticos, lo que está generando graves amenazas, no solo para la biodiversidad marina, sino para la salud humana y la economía. La concentración de microplásticos en las aguas del mar Mediterráneo es cuatro veces superior que en la “isla” del Pacífico Norte. Los peces confunden estos pequeños fragmentos con krill y se los comen, entrando en una cadena alimenticia que termina en nuestros platos, consumiendo esos peces que han ingerido plásticos.

El uso excesivo de plástico, la pésima gestión de los residuos y el turismo de masas, que incrementa la basura un 40% en verano,

El uso excesivo de plástico, la pésima gestión de los residuos y el turismo de masas, que incrementa la basura un 40% en verano, tiene efectos dramáticos sobre la salud de nuestro mar. WWF quiere implicar a todos los actores –gobiernos, industrias y consumidores- en la lucha contra la contaminación que ahoga nuestros océanos y propone medidas para la reducción del plástico. Estas incluyen la adopción de acuerdos internacionales que eliminen el vertido de plásticos a los océanos o un llamamiento a las empresas para que inviertan en diseños más sostenibles. Como consumidor, se pueden llevar a cabo gestos sencillos, como cambiar las bolsas de plástico por otras de tela, evitar pajitas o vasos de un solo uso y comprar productos sin envasar.

La contaminación por plásticos se ha convertido en un problema tan generalizado que no puede ser resuelto solo por un continente, un gobierno o un sector industrial. Solo actuando juntos podremos liberar nuestros océanos, ríos, ciudades y vidas del plástico innecesario.

Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España