La Casa Blanca ha sido poco transparente con el estado de salud de Donald Trump tras conocerse su contagio de Covid. Sólo ha trascendido que al presidente estadounidense le han tratado de manera experimental con anticuerpos monoclonales desarrollados por la empresa Regeneron. 

Los tratamientos con anticuerpos prometen ser una herramienta efectiva contra la pandemia y una alternativa viable a la vacuna. Junto con loa antivirales es el frente más sólido para abordar el Covid.

¿En qué consiste?

El sistema inmunitario es una red compleja de células entre las que destacan los linfocitos. Los hay de dos tipos: los linfocitos B y los T. Los linfocitos B producen anticuerpos, proteínas, que reconocen sustancias extrañas (antígenos) y se unen a ellas.

Los linfocitos están programados para hacer un anticuerpo específico. Cada uno de ellos tiene una especificidad única contra un determinado antígeno o sustancia extraña del virus, por eso se llaman monoclonales. En el caso del coronavirus, lo que se hace es seleccionar aquellos que reconozcan la proteína S del virus.

La idea de esta terapia es clonar los anticuerpos que han producido los pacientes de Covid que han superado la enfermedad, crearlos de manera sintética en laboratorio y dárselos a los pacientes. 

En españa el investigador del CSIC Luis Enjuanes dirige al grupo  de científicos que participa en el proyecto europeo MANCO (Monoclonal Antibodies for Novel Coronavirus), que persigue el desarrollo de anticuerpos monoclonales protectores frente al coronavirus SARS-CoV-2.

El estudio se encuentra en las primeras fases del proyecto, la obtención de los anticuerpos para empezar su evaluación en ensayos pre-clínicos probándolos en ratones. 

Terapia con linfocitos T, en ensayo clínico

Laboratorios de la unidad CRIS.

La otra aproximación contra el coronavirus que se trabaja en España basada en linfocitos es la de Unidad CRIS de Investigación y Terapias Avanzadas de La Paz que se encuentra en la primera fase del Ensayo Clínico. Pero esta es con linfocitos T, o de memoria. 

En nuestro cuerpo hay millones de linfocitos diferentes y cuando entra una amenaza siempre hay alguno que es capaz de encontrar y destruirla. Cuando lo hacen, cuando ganan esa batalla se quedan en el cuerpo y lo conservan en su memoria. “Son veteranos de guerra, pueden combatir el regreso de la amenaza, ya sea un tumor o un virus. Esta es una de las causas de que una vez que nos infectamos con un virus la siguiente vez es mucho más difícil que desarrollemos una enfermedad, porque tenemos a estas células que son veteranas y que además actúan de manera más rápida y eficaz contra la amenaza”, explica a El Independiente Jesús Sánchez, director de proyectos de CRIS contra el cáncer.

Ellos están aplicando la técnica, que están investigando contra  el cáncer, para abordar al Covid. De momento ya ha sido probado con dos pacientes graves y ha funcionado con éxito.

La técnica es similar a la de los linfocitos B. “Se coge a pacientes que han superado el el coronavirus se les aíslan los linfocitos t de los pacientes que entre ellos están los que tienen la memoria de cómo atacar al coronavirus. Inyectados a los pacientes son unos refuerzos muy importantes para estos pacientes, porque ellos son capaces de dar una respuesta masiva contra coronavirus, aplicamos al paciente unos refuerzos especializados”, añade Sánchez.

Antonio Pérez Martínez, jefe de hematoncológica pediátrica de La Paz y director de la Unidad CRIS de Investigación y Terapias Avanzadas del hospital, está recopilando linfocitos de pacientes que han superado el Covid para hacer una biblioteca de linfocitos. “No todos los pacientes son compatibles con los linfocitos de un donante, necesitas tener cierta variedad de linfocitos diferentes para dar con el más adecuado para cada paciente”, explica Sánchez.