El pasado 22 de enero una menor de 10 años de edad falleció asfixiada tras haber participado en un challenge extremo (reto viral en inglés) de TikTok. Este consistía en aguantar la respiración hasta que perdieras la consciencia y te desmayases. El suceso ocurrió en Palermo, una ciudad de la isla de italiana de Sicilia. Pero TikTok, la red social del momento entre los más jóvenes, no es un peligro de por sí.
Según el doctor Gabriel Rubio, jefe del servicio de psiquiatría del Hospital 12 de Octubre de Madrid, los retos virales actualmente suponen "todo un desafío" para el adolescente. "El patrón de conducta a estas edades es descubrir, probar y experimentar. Esto implica meterse en líos, con el riesgo que todo ello implica", detalla. Aquí entrarían en juego los retos virales, el riesgo de esta década del siglo XXI. "A esto se le añade cómo te quieres desligar de tus padres, buscando ser más autónomo y apoyándote en amigos, grupos y otros líderes", expone Rubio.
Es aquí donde el espacio digital que conforman las redes sociales, en este caso TikTok, hace que los adolescentes creen una esfera propia. A ello se le añade la trascendencia internacional que las publicaciones pueden llegar a tener en esta plataforma una vez se vuelven virales. "Las redes sociales te permiten escalar y asumir determinados liderazgos en función de lo que seas capaz de demostrar en ellas", asegura Gabriel Rubio.
Sofisticación tecnológica y viralización
En este sentido, los móviles que tenemos a día de hoy no eran como los que se podían adquirir en el mercado hace más de una década. En la actualidad cuentan con dobles cámaras, frontales y traseras, de alta calidad, libre acceso a un mercado internacional de aplicaciones y navegadores de internet sin ningún tipo de filtro más que la propia curiosidad y hábitos de cada uno.
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Algunos estudios muestran que el 25% de los niños de 0 a 2 años en Reino Unido tienen una tablet propia. Si subimos la franja de edad a los 5 años es el 36%, es decir, 1 de cada 3. En esta línea, el acceso a la tecnología es cada vez mayor y a una edad más temprana. José Ramón Ubieto, psicoanalista y profesor de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), asevera que también influye la "viralización de la interlocución".
"El reto viral va más allá de que lo vean tus amigos, este requiere que lo vea todo el mundo", subraya. "Si 100 chicas aguantaron unos 10 segundos, tú querrás aguantar 15, y así sucesivamente hasta que se vaya poniendo el listón más alto". El psicoanalista también advierte del peligro de retos que llevan al suicidio, o el contenido explícito en cuestiones de bulimia, anorexia o autolesiones, otras situaciones más dramáticas que también se dan entre adolescentes.
¿Y el papel de los padres?
Según Healthychildren, una de las primeras cosas que se debería de hacer es preguntar directamente a los hijos sobre los retos virales de los que se habla en el círculo de amigos. En caso de que ya se haya mencionado por parte del menor el interés en participar en un challenge, lo siguiente sería cuestionarles su interés en el reto.
Asimismo, establecer algún tipo de acercamiento a la plataforma de redes en cuestión no estaría de más. Ser parte de sus redes sociales puede servir para canalizar la información que le llega. En último lugar, los adolescentes generalmente están más dispuestos a hablar de gente de su entorno que de ellos mismos. Esto nos mantendría alerta sobre las tendencias y modas virales.
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