Imagínese si cada vez que viera una cara, ésta apareciera distorsionada. Para aquellos que padecen una afección muy rara conocida como prosopometamorfopsia (PMO), que hace que los rasgos faciales parezcan distorsionados, esa es la realidad.

'Prosopo' proviene de la palabra griega para rostro 'prosopon', mientras que 'metamorfopsia' se refiere a distorsiones de percepción. Los síntomas específicos varían de un caso a otro y pueden afectar a la forma, el tamaño , color y posición de los rasgos faciales. Asimismo, la duración de esta enfermedad también varía, porque puede durar días, semanas o incluso años.

Se trata de una enfermedad extraña, y sobre la que a día de hoy todavía hay muchas incógnitas. Pero este jueves la Universidad de Dartmouth (Nuevo Hampshire, Estados Unidos) ha publicado un nuevo estudio en la sección de "Imágenes clínicas" de The Lancet, en el que informan sobre un caso único de un paciente con PMO. Se trata de algo extraordinario, porque ha permitido, por primera vez, que los investigadores generen visualizaciones precisas y fotorrealistas de las distorsiones faciales experimentadas por un individuo con PMO.

El paciente, un hombre de 58 años con PMO, ve rostros sin distorsiones cuando están en una pantalla y en papel, pero ve rostros distorsionados que parecen "demoníacos" en persona. Sin embargo, los científicos aclaran que en la mayoría de los casos de PMO se ven distorsiones en todos los contextos, por lo que su caso es especialmente raro y presentó una oportunidad única para representar con precisión cómo ve este paciente el mundo.

Para el estudio, los investigadores tomaron una fotografía del rostro de una persona. Luego, le mostraron al paciente la fotografía en la pantalla de un ordenador mientras miraba el rostro real de la misma persona. Los investigadores obtuvieron comentarios en tiempo real del paciente sobre cómo diferían el rostro en la pantalla y el rostro real frente a él, mientras modificaban la fotografía usando software de ordenador para que coincidiera con las distorsiones percibidas por el paciente.

"En otros estudios de la enfermedad, los pacientes con PMO no pueden evaluar con qué precisión una visualización de sus distorsiones representa lo que ven, porque la visualización en sí también representa una cara, por lo que los pacientes también percibirán distorsiones en ella", explica el autor principal Antônio Mello, estudiante de doctorado en el Departamento de Psicología y Ciencias del Cerebro de Dartmouth. 

"Por el contrario, este paciente no ve distorsiones en una pantalla. Esto significa que los investigadores pudieron modificar el rostro en la fotografía y el paciente pudo comparar con precisión cuán similar era su percepción del rostro real con la fotografía manipulada. A lo largo del proceso, pudimos visualizar la percepción en tiempo real del paciente de las distorsiones faciales", añadió Mello.

En su investigación con otros casos de PMO, los coautores afirman que algunos de sus participantes que sufrían esta enfermedad consultaron a profesionales de la salud que querían ayudarlos, pero les diagnosticaron otra afección de salud distinta.

"Hemos conocido a varias personas con PMO a las que los psiquiatras les diagnosticaron esquizofrenia y les recetaron antipsicóticos, cuando su condición es un problema con el sistema visual", detalla el autor principal Brad Duchaine, profesor de psicología y ciencias del cerebro e investigador principal del Laboratorio de Percepción Social de Dartmouth.

"No es raro que las personas que tienen PMO no le cuenten a los demás sobre su problema con la percepción facial, porque temen que los demás piensen que las distorsiones son un signo de un trastorno psiquiátrico", continuó Duchaine. "Es un problema que la gente a menudo no comprende", zanjó el experto.