En un contexto de sequía como el actual cualquier innovación que ayude a aprovechar cada gota de agua es bienvenida. Más aún en un país como el nuestro. Es por ello que un grupo de investigadores españoles acaba de lanzar un innovador dispositivo capaz de captar agua de la niebla. Un invento que nos permite, una vez más, aprovechar los recursos de la naturaleza a nuestro favor para resolver un problema cada vez más grave.

"Los captadores de niebla son conocidos desde hace tiempo, pero han evolucionado mucho con los años. La clave es que para capturar el agua de la niebla necesitas viento, para que así las microgotas choquen y goteen. Pero los primeros captadores, aunque eran muy baratos a la hora de instalarlos, eran muy poco resistentes al viento y se rompían", explica Gustavo Viera, responsable del área de medio ambiente y cambio climático de la empresa pública Gesplan en Las Palmas y coordinador del proyecto que acaba de presentar el nuevo dispositivo.

"Con el tiempo se desarrollaron otros aparatos que eran más fuertes, pero necesitaban cimentación y eso tenía un impacto importante el el territorio. Por eso ahora nosotros hemos querido ir más allá y desarrollar un dispositivo que tenga más capacidad de captación, que no se vea afectado por el viento y que no necesite cimentación ni precise instalación de ningún tipo", añade Viera.

El nuevo dispositivo, bautizado como colector de acículas, está inspirado en las hojas de los pinos canarios, que están diseñadas con el mismo objetivo: atrapar gotas de agua de la niebla. De esta manera, en lugar de usar una malla (lo habitual en esta clase de dispositivos) los investigadores han implementado una especie de "peine metálico", que permite que el viento pase pero sin generar resistencia, lo que hace que puedan recogerse las microgotas de la niebla.

Sus creadores afirman que este captador es "el más eficiente y versátil de todos", y además es "de fácil montaje", porque consiste únicamente en unos travesaños de los que cuelgan esos "peines metálicos". En 10 meses de pruebas en Valleseco (Gran Canaria), quince estructuras como esta han demostrado captar hasta 525 litros el m2. Aunque hay que decir que para que sea potable hay que tratar el agua después de extraerla con el dispositivo, ya que lleva impurezas del polvo en suspensión o la suciedad propia que hay en el aparato.

"Este dispositivo reduce costes y es capaz de recoger cuatro veces más de agua por metro cuadrado que los que están en el mercado", detalla Viera. "Nosotros no tenemos ningún tipo de afán de comercialización, ni siquiera hemos patentado este invento. Lo único que queríamos era mejorar la eficiencia de lo que había. Todos nuestros diseños están en la web, y cualquiera puede montar el suyo si compra los materiales necesarios y sigue nuestra guía. Aunque hay por ahí una empresa que los ha cogido y los está vendiendo", añade.

Zonas idóneas para usarlos en España

El proyecto LIFE Nieblas, cofinanciado por la Unión Europea, se ha desarrollado durante los últimos cuatro años, y tiene como principales socios a CREAF, GESPLAN, ICIA, ITC y el Cabildo de Gran Canaria. El objetivo inicial de la iniciativa era recolectar agua para su uso en la restauración de zonas degradadas y muy áridas mediante replantaciones, y en el uso agrícola en zonas concretas del mediterráneo para diversificar las fuentes en algunos momentos. Pero el invento abre muchos caminos.

Los investigadores aseguran que este dispositivo tiene potencial para funcionar bien en muchas localizaciones de España y Portugal. Aunque Vicenç Carabassa, investigador del CREAF, explica que hay lugares donde tiene más sentido colocarlos. "Las zonas idóneas para instalarlos en España, claramente, son las Islas Canarias. Allí se dan las condiciones de vientos alisios y de niebla más constantes y más favorables a la colección de agua de niebla", resume.

"Si estamos hablando de la España peninsular, las zonas más idóneas serían las costeras, próximas al Mediterráneo, en las que se dan estas condiciones, aunque evidentemente con una frecuencia mucho menor que en Canarias. Pero también se podría utilizar, o se debería probar, en zonas más interiores, donde tenemos más nieblas, con altas presiones, en episodios de inversión térmica", remata Carabassa.

El experto señala que los colectores pueden utilizarse en "un amplio abanico de situaciones", desde plantaciones agrícolas, donde considera que hay mucho potencial en la Península, hasta incluso utilizarse como captadores de agua de boca. Algo que ayudaría a los municipios con problemas crónicos de abastecimiento de agua a reducir la dependencia externa.

"Los dispositivos tienen muchas utilidades. Pero a día de hoy no es que produzcan grandes cantidades de agua. Aunque sí podrían servir para pequeñas zonas agrícolas o viviendas", afirma Viera. Y añade: "Nosotros lo hemos utilizado para recuperar bosques que habían quedado destruidos por la deforestación y los incendios. En estos casos, con los mínimos recursos se podrán mantener estas plantaciones. Y se aprovecha la niebla, porque en las zonas donde no hay vegetación ese agua condensada pasa de largo y no se recoge".

No obstante, otra de las patas del proyecto LIFE Nieblas es investigar cómo se puede aumentar la supervivencia de las plantas, aprovechando los recursos naturales para reducir la dependencia de los combustibles fósiles. Por eso también han creado otro aparato, mucho más rudimentario, que consiste en una estructura tubular rígida que rodea a los pequeños árboles plantados para protegerlos de las cabras u otros herbívoros, a la par que permite también atrapar el agua de la niebla. "Hasta ahora estas restauraciones se regaban llevando agua con camiones cisterna, o incluso con helicópteros, con costes que podían llegar a los 260 € por árbol vivo después de dos años", concluye Viera.