Sam Altman, cofundador y CEO de OpenAI, ha sido la estrella absoluta de la mesa de debate del Foro Económico Mundial en la que ha participado. Y eso que junto a él han comparecido personalidades relevantes del mundo político y empresarial de la talla de Marc Benioff, cofundador, presidente y director ejecutivo de la empresa de software Salesforce; Julie Sweet , presidenta y directora ejecutiva de Accenture; Jeremy Hunt, canciller de Hacienda de Reino Unido y Albert Bourla, presidente y consejero delegado de Pfizer.

Pero Fareed Zakaria, el periodista encargado de moderar un panel que llevaba por nombre Tecnología en un mundo turbulento, tuvo claro desde el principio que el foco estaría en Altman. No sólo por ser el líder mundial de la tecnología del momento, la inteligencia artificial, sino también porque su empresa, que se ha convertido en la referencia absoluta del sector, ha protagonizado en los últimos meses algunos escándalos notables.

No obstante, en su primera intervención el CEO de OpenAI ha sido cuestionado acerca del poder actual que tiene la IA. "Lo interesante es que ahora mismo tiene capacidades muy limitadas. Comete muchos errores. Son sistemas que a veces pueden tener razón y ser muy creativos, pero también se pueden equivocar. Aun así, yo creo que la gente ha entendido los límites que tienen estas herramientas mejor de lo que pensamos, y están siendo capaces de utilizarlas para ganar productividad, extrayendo su valor para que sean útiles", reflexionó Altman, que puso como ejemplo de esto a ChatGPT.

Aún así, el empresario ha asegurado ser consciente de que los humanos están dispuestos a perdonar los errores humanos, pero no pasan por alto los fallos de la tecnología. Por eso considera que cuando una IA se implementa para, por ejemplo, conducir un vehículo de manera autónoma, debemos estar seguros de que es un sistema 100 veces más seguro que la conducción humana. Verificar esto, ha explicado, puede ser complicado. Pero se ha mostrado optimista, apuntando que quizás el cerebro de una IA pueda ser más fácil de entender que el de un humano si conseguimos que sean capaces de explicar las decisiones que han tomado, de manera que podamos verificar si han dado los pasos adecuados.

En esta nueva revolución tecnológica, el empresario considera que los humanos seguirán teniendo su lugar. "Creo que a los humanos les interesan y preocupan mucho los otros humanos. Es algo que está muy arraigado. La gente pensó que cuando Deep Blue ganó a Kasparov sería el fin del ajedrez, y sin embargo el juego nunca ha tenido tanta popularidad como ahora, porque a nadie le interesa una partida entre dos IA", afirmó.

"Ahora tendremos mejores herramientas, como ya pasó en el pasado. Pero aunque esta vez la sensación es que es un poco diferente, porque los aspectos cognitivos se valoran más y hay conceptos abstractos, tendremos muchas capacidades a nuestra disposición y seguiremos tomando decisiones sobre cómo tiene que funcionar el mundo", añadió.

Discursos apocalípticos sobre la IA

Zakaria también quiso preguntar al empresario cuál es su posición sobre los discursos más alarmistas acerca del impacto de la IA en el mundo, que incluso algunos grandes empresarios tecnológicos, como Elon Musk o Bill Gates, han apoyado de manera pública. Al respecto, Altman ha declarado que no considera que necesariamente estén equivocados, porque en el fondo pueden tener parte de razón. Pero ha recalcado una y otra vez que está en nuestras manos protegernos, debatiendo y llegando a acuerdos. Porque hoy en día nadie sabe en qué se convertirá esta tecnología, pero nosotros seremos los que decidamos para qué queremos usarla.

"Si uno analiza GPT-3 y GpT-4, ha habido adelantos increíbles. La duda es cuáles son los umbrales de seguridad que se establecerán en un país o en otro, porque pueden ser diferentes. Y eso es una verdadera pregunta de sociedad. Está bien tener este temor, pero las ventajas son tales que nos conviene avanzar, y creo que el futuro está en nuestras manos. A las empresas nos toca tomar las decisiones acertadas en base a las demandas de la sociedad. Es necesario ser prudentes, poner la tecnología en buenas manos y avanzar paso a paso. Hacerlo nos traería grandes sistemas que podrían prestarnos múltiples servicios. Pero no hacerlo podría ser fatal", zanjó el empresario sobre este asunto.

Polémicas

Antes de concluir la charla, Zakaria no ha dejado la oportunidad de interrogar al empresario sobre dos cuestiones que han generado mucha polémica últimamente. La primera es la demanda que el New York Times ha interpuesto contra OpenAI y Microsoft por utilizar los artículos del periódico para 'entrenar' a sus inteligencias artificiales sin pagarles por ello. Según el medio, se trataría de "millones de artículos", que han violado sus derechos de autor y ahora representan "una competencia" para ellos. Un caso inédito hasta el momento, que ha abierto un nuevo debate.

Sobre esto, Altman se ha mostrado conciliador, asegurando que están negociando con el New York Times, y que aunque considera que la demanda fue un movimiento un tanto extraño, están dispuestos a compensar al medio. "Hay lugar para encontrar nuevos modelos económicos, que creo que van a cambiar mucho el año que viene. Sabemos que con muchos periódicos hay una penetración importante, y estamos dispuestos a pagar por ello. Hay que encontrar modelos que funcionen para todos, incluidos los propietarios de los contenidos. Nosotros queremos trabajar en mejorar la profesión y ganar dinero gracias a esto. No obstante, ninguna información es esencial para nosotros. Ya estamos trabajando en modelos que cojan pequeñas cantidades de datos, pero de alta calidad, y en el futuro vamos a ir hacia eso".

Según explicó, no se trataría exactamente de utilizar artículos del New York Times (o cualquier otro medio) para 'entrenar' directamente a ChatGPT, sino más bien de mostrar contenidos de ese medio cuando una persona realizara una consulta a la herramienta. Pagando a cambio "mucho dinero", claro. Y ha puesto un ejemplo claro: si alguien le pregunta a ChatGPT qué ha pasado en Davos hoy, los resultados podrían incluir enlaces a artículos del periódico donde se explicara qué ha sido lo más destacable de la jornada en el foro. En cualquier caso, el empresario reiteró que estas negociaciones "no son una prioridad", y es un asunto que todavía está por ver cómo se resuelve.

El segundo tema espinoso por el que ha sido cuestionado ha sido su despido y su posterior recontratación como CEO de OpenAI el pasado noviembre. Cinco días que sacudieron Silicon Valley, y sobre los que sigue habiendo muchas incógnitas. Sobre este tema, Altman se ha mostrado menos clarificador, sin entrar en muchos detalles, aunque también se ha permitido bromear por primera vez.

"Quiero decir muchas cosas, pero no se qué puedo decir", comenzó diciendo, mientras hacia una gran pausa para pensar y el público reía. "Hay que reírse un poco de esto, porque es tan ridículo... Obviamente puedo apuntar que una de las lecciones es que hay problemas que son importantes, pero no urgentes. También que el mundo se acerca cada vez más a la inteligencia artificial general (AGI), y a cada paso que damos la IA se vuelve 10 veces más potente y nosotros 10 veces más locos. Pero lo que sin duda he aprendido ha sido la fuerza de nuestro equipo de OpenAI. Cuando la junta me dijo de volver mi primera respuesta fue que no, porque estaba enfadado. pero luego recuperé la razón poque no quería destruir todo lo que esa gente maravillosa había construido", concluyó.