Es uno de los mamíferos más icónicos del reino animal, una de las primeras especies de la que aprendemos a decir su nombre, pero como explica la bióloga Zoe Muller: "Es desconcertante que una especie africana tan grande, emblemática y carismática como las jirafas sea tan poco estudiada”.

Muller es autora del estudio Una revisión del comportamiento social de la jirafa Giraffa camelopardalis: una especie incomprendida pero socialmente compleja en Mammal Review que coescribe con el profesor Stephen Harris. Ambos científicos de la Universidad de Bristol han obtenido evidencias de que las jirafas son una especie muy compleja socialmente.

Hasta hace una década se pensaba que las jirafas, tenían poca o ninguna estructura social, pero en los últimos años se han demostrado que estos mamíferos poseen estructuras sociales tan avanzadas como las de los elefantes que están más estudiadas.

Según los datos recopilados por los investigadores de la Escuela de Ciencias Biológicas de Bristol ha demostrado que las jirafas pasan el 30% de su vida en un estado post reproductivo, un elevado porcentaje que es equiparable a  otras especies con estructuras sociales muy complejas y cuidados cooperativos, como los elefantes y las orcas, que pasan el 23% y el 35% de sus vidas, respectivamente, en un estado post-reproductivo.

una manada de jirafas
Grupo de jirafas

Cuando esto ocurre se ha demostrado que la presencia de hembras posmenopáusicas ofrece beneficios de supervivencia para la descendencia. En los mamíferos, incluidos los humanos, esto se conoce como la "hipótesis de la abuela", que sugiere que las hembras viven mucho más allá de la menopausia para poder ayudar a criar generaciones sucesivas de descendencia, asegurando así la preservación de sus genes. 

Las jirafas son madres atentas y todas las hembras adultas están comprometidas con la descendencia de las demás"

Los investigadores proponen que la presencia de jirafas hembras adultas post-reproductivas también podría funcionar de la misma manera. "Este artículo recopila toda la evidencia para sugerir que las jirafas son en realidad una especie social muy compleja, con sistemas sociales intrincados y de alto funcionamiento, potencialmente comparables a los elefantes, cetáceos y chimpancés", afirma Zoe Muller, autora del estudio.

“Reconocer que las jirafas tienen un sistema social cooperativo complejo y viven en sociedades matrilineales ampliará nuestra comprensión de su ecología conductual y sus necesidades de conservación", afirma la investigadora. Según detalla en su investigación las jirafas son madres atentas y todas las hembras adultas están comprometidas con la descendencia de las demás.

“Las medidas de conservación tendrán más éxito si tenemos una comprensión precisa de la ecología del comportamiento de la especie. Si consideramos a las jirafas como una especie de gran complejidad social, esto también eleva su 'estatus' hacia ser un mamífero más complejo e inteligente que es cada vez más digno de protección”, concluye la bióloga.