La Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR, por sus siglas en inglés) del Océano Antártico se reúne para decidir la creación de un santuario en las aguas del mar de Weddell que, de acordarse, constituiría el área marina protegida más grande del planeta. La propuesta supondría acotar un área de 1,8 millones de kilómetros cuadrados -tres veces el tamaño de España- para proteger la vida que albergan y dejar a los barcos pesqueros industriales, ávidos por capturar grandes cantidades de kril, fuera de este frágil entorno.

Aunque muy pequeño (del tamaño de un dedo meñique), el kril es esencial para la vida en la Antártida. De hecho, asegura la supervivencia de uno de los animales de mayor tamaño del planeta, la ballena azul, junto con la mayoría de la fauna de la Antártida, que se alimentan de esta criatura rosada capaz de formar bancos de kilómetros de extensión que pueden ser vistos incluso desde el espacio. La iniciativa para crear esta gran área marina protegida partió de Alemania en el año 2012, está avalada por la mejor información científica disponible y es apoyada por los Estados miembros de la Unión Europea.

El Gobierno de España considera que la creación de este santuario en la Antártida es de vital importancia para la conservación de la biodiversidad y la salvaguarda del planeta

El Gobierno de España considera que la creación de este santuario en la Antártida es de vital importancia para la conservación de la biodiversidad y la salvaguarda del planeta, y por eso apoya su declaración como tal, del mismo modo que en su día respaldó otra gran reserva en el mar de Ross que, con 1,5 millones de kilómetros cuadrados, es uno de los espacios marinos protegidos más grandes de la Tierra.

Hasta el momento y según los datos del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), solo el 6,97% de los océanos están protegidos, aunque de ellos solo el 2,25% tienen protección real con actividades reguladas. Con la protección del mar de Weddell se llegaría al 7,47% de la superficie oceánica protegida, lejos aún del objetivo del 10% para 2020 recogido en las metas de Aichi del Convenio de Diversidad Biológica de la ONU.

Un océano sano es vital para protegernos de los peores impactos del cambio climático

Más allá de números y cifras récords, un océano sano es vital para protegernos de los peores impactos del cambio climático, garantizar la seguridad alimentaria y la estabilidad del planeta en general. Nuestros mares están amenazados por la sobrepesca, la contaminación, el plástico y el calentamiento global. Es nuestra responsabilidad protegerlos.

Ahora es el momento. Unamos fuerzas para proteger nuestros mares y océanos. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica estamos trabajando en diversos ámbitos: la creación de áreas marinas protegidas, como el corredor de migración de cetáceos del Mediterráneo; la ampliación del Parque Nacional de Cabrera; el impulso para la creación del primer parque nacional marino en la isla de El Hierro; el logro del buen estado ambiental del medio marino a través de las Estrategias Marinas de España y sus programas de medidas; la mejora de la gobernanza basándonos en el mejor conocimiento científico disponible y en la participación de todos los sectores; la ordenación del espacio marítimo y costero teniendo en cuenta la Estrategia Española de Adaptación al Cambio Climático, o la lucha contra la contaminación marina.

Estas son las herramientas de las que disponemos para reforzar la resiliencia de nuestros mares a los efectos del cambio climático. Protegiendo los servicios de los ecosistemas marinos contribuimos a mitigar los efectos de la acidificación de los océanos y el impacto acumulativo de las actividades humanas en el mar.

Teresa Ribera, es ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España