La contaminación atmosférica ha provocado la muerte prematura de 93.000 personas en nuestro territorio durante la última década. Así lo señalan los recientes trabajos de investigación realizados en España, según afirma Clemente Álvarez, autor de El aire que respiras: la contaminación atmosférica en las ciudades, elaborado por el Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente del Instituto DKV de la Vida Saludable, en colaboración con la Fundación Ecología y Desarrollo (ECODES).

Hasta un 92% de la población del planeta respira aire contaminado en niveles peligrosos para su salud

El informe, con el que la compañía aseguradora celebra el décimo aniversario del Observatorio DKV de Salud y Medioambiente, pone de manifiesto los diversos efectos nocivos que puede tener el aire que respiramos, con el fin de aumentar la sensibilización ciudadana respecto a la gravedad del problema, ya que, la relación entre la contaminación y la salud y la calidad de vida de las personas es un asunto que, hoy en día, prácticamente nos preocupa a todos (y sobre todo a aquellos que viven en ciudades), las emisiones nocivas siguen siendo una asignatura pendiente y, por lo tanto, hay que seguir llamando la atención, tanto a la sociedad como a los diferentes agentes implicados. El trabajo explica, también,  buenas prácticas llevadas a cabo en nuestro país en los últimos años, para ofrecer posibles soluciones y, a su vez, seguir creando conciencia.

El impacto de la contaminación en la salud

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta un 92% de la población del planeta respira aire contaminado en niveles peligrosos para su salud, cifra que, como se apunta en el informe de DKV, convierte la contaminación atmosférica en uno de los grandes retos para la salud mundial. Especialmente en el caso de niños, ancianos y mujeres, quienes diversas investigaciones han considerado que son más proclives a sufrir las consecuencias de la mala calidad del aire. Unos efectos que más allá de propiciar o empeorar enfermedades respiratorias como el asma, la EPOC, alergias o infecciones respiratorias de las vías bajas, según la OMS también pueden ser causantes de hasta 101 enfermedades distintas. Entre ellas: patologías cardiovasculares, enfermedades neurológicas, trastornos neuropsicológicos, o determinados tipos de cáncer como el pulmonar, el de vejiga, el de riñón o el colorrectal. También se relaciona con anomalías sexuales, fallos de reproducción o el bajo peso al nacer en los partos no prematuros.

Asimismo, el informe de DKV también pone énfasis en el cuantioso gasto económico que suponen los costes sanitarios provocados por la contaminación. Y es que, según un estudio del Banco Mundial referenciado en el documento, combatir los efectos de la polución en la salud de las personas representa para España un esfuerzo de más de 35.000 millones de euros; es decir, cercano al 3,5% del PIB.

Iniciativas para mejorar la calidad del aire

En los últimos tiempos, se han llevado a cabo ejemplos interesantes de acciones públicas municipales destinadas a combatir la contaminación atmosférica abordando uno de los principales desafíos al respecto: el tráfico monitorizado.

En este sentido, el informe del Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente analiza de forma específica casos como los de Pontevedra, Vitoria-Gasteiz o Sevilla, centrados en transformar la movilidad urbana para reducir el uso del coche; así como la estrategia de la ciudad de Madrid, ideada para responder a los episodios de exceso de contaminación. Se trata de proyectos desarrollados por los ayuntamientos que, no solo constituyen un modelo a seguir para resolver el problema, sino que, sobre todo, han servido muy especialmente para que la ciudadanía tome consciencia de la importancia del problema y de los efectos de los contaminantes en su salud.

El informe analiza de forma específica casos como los de Pontevedra, Vitoria-Gasteiz o Sevilla

Así, paralelamente a las administraciones municipales, tanto la sociedad como organizaciones y empresas también han impulsado iniciativas para educar a la población, reclamar medidas para rebajar los niveles de contaminación atmosférica y/o contribuir en la mejora de la calidad del aire. Es el caso, por ejemplo, del proyecto xAire, el cual, patrocinado por DKV Seguros, se desarrolló el pasado mes de febrero en Barcelona con el objetivo de determinar los niveles de contaminación por dióxido de nitrógeno (NO2) alrededor de las escuelas, uno de los contaminantes más importantes debido al tráfico, además de uno de los que más perjudica la salud de los menores. Este proyecto contó con la participación de los alumnos de primaria, profesores, madres y padres de 18 escuelas de la ciudad, quienes colocaron 810 sensores de medición de la calidad del aire por toda la capital catalana para, posteriormente (un mes después) recogerlos y enviarlos a un laboratorio especializado en el análisis de sus datos. Los resultados de este estudio se tendrán en breve, pero lo que sí podemos destacar ya, es que el proyecto xAire ha introducido el concepto innovador de la ciencia ciudadana al hacer partícipes del proceso científico a familias y estudiantes de Barcelona.

Crear conciencia

El Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente nació con una clara vocación pedagógica y divulgativa de acercar contenidos científicos al gran público con el fin de sensibilizar a la población; para ello, informe tras informe, se han tratado asuntos que preocupan a todos pero de los que no siempre se ofrece ni información, ni consejos, ni soluciones, como por ejemplo: alimentación, ruido, cambio climático y ahora, la contaminación atmosférica. Todos estos informes se pueden consultar en la página web de DKV.


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