Que los árboles son una gran fuente de vida y que tienen un papel fundamental en el desarrollo del planeta es una cuestión indiscutible. Es por ello que la conservación de los bosques y su biodiversidad supone una de las principales preocupaciones de la sociedad y está alineado con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 15. Los árboles respiran el CO2 y producen el oxígeno que los seres humanos necesitan, además de dar sombra, mantener la humedad y el agua así como impedir el calentamiento de la tierra. España es el tercer país de la Unión Europea con mayor masa forestal por lo que no es de extrañar que seamos el sexto productor tanto de papel como de celulosa de la Unión Europea.

El sector del papel registró el año pasado un volumen de negocio superior a los 33.000 millones de euros, representando cerca del 3% del Producto Interior Bruto (PIB) del país. En 2017 la producción total española fue de 7,9 millones de toneladas (1,7 millones de celulosa y 6,2 millones de papel y cartón. En cuanto al la fabricación del papel, cabe señalar que el 55% del papel fabricado, según los últimos datos de la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón (Aspapel), fue de origen certificado contribuyendo al cuidado del medio ambiente. En nuestro país existen 476.000 hectáreas de plantaciones de árboles destinadas a la producción de papel. Además, ésta producción sostenible se convierte en un motor de desarrollo de la economía, sobre todo rural, ya que da trabajo directo a 5.226 personas e indirecto a 16.833 trabajadores, según las últimas cifras de Aspapel.

Desde Aspapel destacan que “este aumento del 30% respecto a 2012 (cuando representaba el 24,7%) en la fabricación del papel ha ido acompañado de un proceso de producción eficiente y sostenible, con el que se ha conseguido reducir un 32% el agua que se utiliza para su fabricación desde el año 2000 y llevar a cabo una gestión más sostenible de los residuos que se generan”.

Desde 2000 se ha conseguido reducir reducir un 32% el agua que se utiliza para la fabricación de papel. Fotografía: Aspapel

Desde 2000 se ha conseguido reducir reducir un 32% el agua que se utiliza para la fabricación de papel. Fotografía: Aspapel

El reciclaje de origen local

Siguiendo con el informe de Aspapel el reciclaje sigue en auge. Las fábricas españolas de papel reciclaron en 2017 casi cinco millones de toneladas de papel y cartón, empatando con Francia y únicamente siendo superadas por Alemania en volumen de papel reciclado. Además, la industria papelera española y europea se ha propuesto el ambicioso objetivo de recoger para su reciclaje en 2020 el 74% de todo el papel y cartón que se consume. Actualmente la tasa en España está en el 71%.

Desde 2000, la industria y las asociaciones de la cadena del papel han venido asumiendo compromisos voluntarios cada vez más exigentes a través de las sucesivas Declaraciones Europeas sobre Reciclaje de Papel, en el seno del Consejo Europeo del Reciclaje de Papel (EPRC).