Zaragoza experimentó el impacto devastador de una supercélula tormentosa que sumió a la ciudad en el caos, llegándose a vivir momentos de pánico y rescates extremos de personas en serio peligro. Una supercélula es una tormenta excepcionalmente poderosa que puede causar estragos en su camino. Es una tormenta convectiva aislada que se caracteriza por su duración prolongada y una corriente ascendente en rotación, la distinguen de las tormentas convencionales. Una supercélula puede incluso generar tornados, aunque no se registraron en este caso de ayer.

Las tormentas que se genera se distinguen por su capacidad para generar fenómenos climáticos extremos. Lluvias intensas, inundaciones locales y granizo de gran tamaño fueron algunos de los efectos desencadenados por esta supercélula.

El observatorio de Valdespartera, en Zaragoza, recogió 54 litros por metro cuadrado en una hora, de los que 20 cayeron en apenas diez minutos, y de haber seguido una hora con esta intensidad hubiera sido "el doble" del volumen por el que se declara una alerta roja, ha apuntado Chueca antes de desplazarse a Parque Venecia, la zona más devastada por las lluvias.

La de ayer fue una "tormenta histórica" de la que "no hay antecedentes", ha declarado a los medios la alcaldesa zaragozana tras presidir una reunión extraordinaria de la Junta de Gobierno para analizar la situación provocada por esta supercélula tormentosa que también afectó al Bajo Aragón y otros municipios del entorno metropolitano.

La intensidad de la tormenta provocó además una riada de agua y lodos en el cinturón de la Z-30 a la altura del Barranco de la Muerte que, ha recordado la alcaldesa, provocó escenas de "pánico y miedo de gente que se quedó atrapada en los vehículos o agarradas a árboles" pero que "se ha quedado en un triste susto", ya que no se han producido daños personales, según ha destacado la alcaldesa de la ciudad, Natalia Chueca en declaraciones recogidas por Efe.

Según señalan en desde el portal especializado Meteored estas tormentas se clasifican según los efectos que producen en la superficie. Pueden ser de alta tasa de precipitación, de baja tasa de precipitación o de precipitación normal. Además, se distingue entre supercélulas tornádicas y no tornádicas, dependiendo de si generan o no tornados. La supercélula que azotó Zaragoza fue del tipo tornádica, lo que implica un mayor potencial destructivo.

La de ayer fue una "tormenta histórica" de la que "no hay antecedentes", ha declarado a los medios la alcaldesa zaragozana tras presidir una reunión extraordinaria de la Junta de Gobierno para analizar la situación provocada por esta supercélula tormentosa que también afectó al Bajo Aragón y otros municipios del entorno metropolitano.

El impacto de esta supercélula en Zaragoza fue histórico debido a su intensidad y extensión. La ciudad, densamente poblada, se vio afectada por las fuertes lluvias, las inundaciones y el granizo que acompañaron a esta tormenta excepcional. Según los expertos de Meteored destaca el hecho de que el desarrollo de una supercélula en una zona urbana como Zaragoza es poco común, lo que subraya aún más la importancia de este evento.

Las imágenes de satélite y radar confirmaron la presencia de varias supercélulas en el noreste y norte de la península ibérica, incluyendo Zaragoza. Estas imágenes ofrecieron pruebas irrefutables de la magnitud y el alcance de la tormenta que azotó la ciudad.