Este fin de semana, se anticipa que la Tierra experimentará varias tormentas solares geomagnéticas severas, como consecuencia de una reciente serie de poderosas llamaradas solares, según informes de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).

Una de las manchas solares más grandes y activas observadas, aproximadamente 15 veces el tamaño de la Tierra, ha sido la fuente de esta intensa actividad solar. Esta mancha alcanzó un diámetro de 200.000 km, siendo tan grande que es visible desde la Tierra sin necesidad de aumentar la imagen solar, aunque sí requiere de protección y filtros adecuados. De hecho, su tamaño es comparable al de la mancha que causó la histórica tormenta solar conocida como el evento Carrington en 1859.

Una actividad solar elevada

La actividad solar ha estado especialmente elevada recientemente, acercándonos al máximo del ciclo solar, que se espera alcance su punto más alto hacia finales de 2024. Las áreas activas AR3663 y AR3664 han sido claves en esta intensa actividad solar, produciendo múltiples llamaradas y eyecciones de masa coronal (CME).

La región AR3664, ubicada en el cuadrante sur del sol, ha emitido llamaradas de clase X, las más intensas y energéticas en la escala que va de A a X en términos de potencia. La NOAA ha clasificado la próxima tormenta geomagnética como de nivel G4, la segunda más severa en su escala, capaz de causar apagones de radio y alteraciones en las redes eléctricas.

Se pronostica que el viento solar llegue a la Tierra este fin de semana, con tormentas de nivel G3 hoy viernes y una más fuerte de nivel G4 el sábado.

¿Cuáles son los riesgos e impactos potenciales de esta tormenta solar?

Las tormentas de nivel G4 pueden generar problemas en el control de voltaje y la posible desconexión de sistemas de protección para prevenir errores más graves en la red eléctrica. También se espera que interfieran con la navegación por satélite y causen problemas de orientación en las naves espaciales.

Durante un ciclo solar típico de 11 años, se registran en promedio solo 100 tormentas de clase G4, haciendo de este evento uno no muy común pero con un impacto considerable.

Más allá de las perturbaciones tecnológicas, tormentas geomagnéticas de esta magnitud pueden también generar auroras boreales en latitudes más bajas de lo normal. La NOAA advierte sobre posibles efectos a largo plazo, incluidos daños a las líneas eléctricas y posibles interrupciones en las comunicaciones. Dada la intensidad de las tormentas proyectadas, se recomienda a las autoridades y empresas de servicios públicos mantenerse en alerta máxima y adoptar medidas preventivas para reducir el impacto de estas perturbaciones solares.

Auroras boreales en España

Como consecuencia de esta inusitada actividad solar, las auroras boreales han iluminado latitudes sorprendentemente bajas, poco comunes, y han sidovisibles en casi toda España, desde Cataluña, Madrid, Salamanca y Mallorca, hasta latitudes aún más bajas como en Andalucía.

Para muchos españoles, la noche del 10 al 11 de mayo de 2024 ha sido la realización de un sueño: presenciar las auroras boreales en su propio país. Este hito histórico ha sido posible debido a la explosión de una de las mayores tormentas solares registradas.

En las últimas horas del 10 de mayo, la NOAA elevó la advertencia de tormenta solar a su categoría máxima (G5), y la alerta se ha materializado. Desde 2003 no se había experimentado una tormenta solar geomagnética de esta magnitud tan extrema.