Kate y Guillermo se conocieron cuando estaban en la universidad en 2001, y 22 años después siguen juntos y de camino a convertirse los próximos reyes de Reino Unido. La mujer del príncipe de Gales ha ido ganándose un lugar propio en la Familia Real británica, a pesar de que en un primer momento todo eran comparaciones con Diana.

Pero en los últimos años, habiendo entrado ya en la cuarta década de su vida y con tres preciosos hijos que les siguen en la línea sucesoria, Kate Middleton ha conseguido dar un paso más allá. Es divertida, natural y competitiva, y la mejor escudera de su marido en cada uno de los eventos en los que coinciden. Eso sí, no necesita al príncipe para brillar, ella ya brilla sola.

La pasión de Kate por el deporte

Ya la hemos visto jugando al tenis con Emma Raducanu, por ejemplo, y también demostrando sus conocimientos de rugby con el equipo nacional de Inglaterra. Su pasión por el deporte la convierte en la persona que la Familia Real ha designado para la mayor parte de los proyectos relacionados con el tema.

Por eso, cuando los príncipes acudieron a una pequeña gira por Gales y les invitaron a una clase de spinning, a Kate le dio igual ir con tacones y con falda. La mujer del príncipe Guillermo se subió a la bicicleta y se puso a competir con su marido, que tampoco vestía mucho más apropiado, ya que iba en traje. "Creo que me he roto mis pantalones", bromeaba el heredero.

"¿Puedo subir la intensidad?", preguntó la princesa cuando empezó el recorrido. Cuando le preguntaron al heredero cómo iba, respondió sin apenas respiración diciendo que se lo diría en un minuto. La pareja es conocida por ser muy competitiva, siempre se retan y participan en las actividades ofreciendo lo mejor de sí mismos. Finalmente la ganadora fue Kate, con nada menos que 45 segundos de diferencia entre ambos, una demostración más de que puede con todo.

La opinión pública favorece a la princesa de Gales

En el último cuarto de 2022, el miembro más popular de la realeza era por supuesto Isabel II. Sin embargo, después de su muerte en septiembre solo queda mirar al segundo puesto para encontrar a la actual princesa de Gales. Con un 93% de fama, es decir, porcentaje de gente que sabe quién es, y un 68% de popularidad (buena opinión de ella) según datos de YouGov, Kate es la más querida de los royals con vida.

Triunfa sobre todo entre los millennials, porque los baby boomers prefieren a la princesa Ana y al príncipe Guillermo por encima de ella, mientras que la generación X la sitúa en tercer lugar por debajo de su marido.

El escándalo de la infidelidad

Como le ocurrió a Diana de Gales, los rumores de infidelidad han favorecido a su imagen. En 2018 se publicó en los medios británicos que Kate se había enfrentado a una examiga, Rose Hanbury, porque su supuesta relación con el príncipe Guillermo.

La noticia caló en la opinión pública, porque cuando en San Valentín se publicó que el heredero de Reino Unido habría cenado junto a su supuesta amante, a nadie le extrañó. Sin embargo, los medios anglosajones no se han hecho eco de la información y Rose Hanbury seguiría formando parte de los círculos de los príncipes.

Pero ajena a todo esto, Kate continúa siendo una figura central de la monarquía. Centrada en sus proyectos relacionados con el deporte, la infancia y la salud mental, y siempre con una sonrisa contagiosa. Sin embargo, algo que Kate (casi) nunca hace es hablar en público: ella misma ha admitido que le pone de los nervios.