Este 1 de abril se cumplen tres décadas desde el fallecimiento de Juan de Borbón, el padre del rey Juan Carlos y, por tanto, abuelo de don Felipe. Una figura clave en la historia reciente española cuyo recorrido personal da para unas cuantas novelas. Murió en el hospital de Pamplona a solo dos meses de cumplir los 80 años y a causa de un cáncer de laringe que le habían diagnosticado en Nueva York.

Juan de Borbón nació el 20 de junio de 1913 en el palacio de La Granja de Segovia. No era el heredero, era el quinto hijo de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battenberg. Nunca pensó que sería el encargado de continuar la dinastía, pero fue quien luchó por la pervivencia de la Casa Borbón cuando nadie lo hizo.

Tenía 18 años cuando se proclamó la segunda República y la familia huyó a París. Sin embargo, continuó su formación militar en la Royal Navy de Reino Unido. Fue durante su tiempo alistado donde se hizo dos tatuajes, uno chino y otro indio, según contaba él mismo. Una tradición que se dice que han seguido varios miembros de la familia y, en particular, el rey Juan Carlos.

Don Juan no era primo hermano de su mujer

En 1935, Juan se casa con María de las Mercedes de Borbón y Orleans, y lo hacen en el exilio, en Roma. Quizás has oído en alguna ocasión que eran familia y es cierto, pero no eran primos hermanos sino mucho más lejano. Su parentesco se remontaba a la casa Nassau en el siglo XVIII.

Carlos Cristián de Nassau-Weilburg, nacido en 1735, es su ancestro común. Pero hay cinco generaciones entre este príncipe alemán y don Juan y María de las Mercedes.

Durante la guerra, don Juan de Borbón intenta unirse al bando sublevado en dos ocasiones. Una de ellas disfrazado y con un nombre falso, y otra pidiéndoselo expresamente a Franco. Sin embargo, el dictador no se lo permite.

Acabada la guerra, y a pesar de ser el tercer hijo varón del rey, don Juan se encuentra en una situación inesperada. En 1941, su padre como sus dos hermanos mayores renuncian a la corona. Franco le había expresado su idea de recuperar la monarquía, un proyecto que había hablado con Alfonso XIII, que era su gran amigo. Pero a medida que pasaba el tiempo parecía cada vez más claro que no era el plan del dictador el devolverle el trono que había perdido con la segunda República.

Concedió decenas de entrevistas en los años siguientes, reclamando internacionalmente el lugar que consideraba que le correspondía. "Mi suprema ambición es la de ser el Rey de una España en la cual todos los españoles, definitivamente reconciliados, podrán vivir en común", aseguraba al Journal de Genève en 1943.

Enfrentado con su hijo Juan Carlos por la corona

Sin embargo, don Juan no renuncia a la idea de reinar en España. Hasta en dos ocasiones, desde Estoril (Portugal), donde se había establecido la familia, pide la restauración de la monarquía. Pero Franco no cede, y además de alejarle de los círculos de poder en la sociedad española, donde hay partidarios de los Borbón, le aparta de su hijo.

Juan Carlos es enviado a estudiar solo en España, y se dice que el trato de favor por parte de Franco le termina enfrentando con su padre, don Juan. Ambos luchan por la restauración de la monarquía, pero el padre del rey emérito tarda mucho en aceptar que el dictador no le quería a él.

Durante unas vacaciones de don Juan Carlos en Estoril, cuando el futuro rey tenía 18 años, estaba con su hermano menor, Alfonso de Borbón. Andaban manipulando una pistola cuando esta se dispara y la bala acaba con la vida del infante de España, tres años más joven que el emérito.

La muerte de su hijo a manos del mayor afectó gravemente a don Juan y a su esposa. En teoría, culpaba a don Juan Carlos y que nunca le perdonó, pero su relación se tensó aún más cuando, en el 66, el futuro rey de ausentó de un acto de la Casa Borbón en Estoril. Para el patriarca de la familia aquello fue lo más parecido a una traición.

La intervención de Victoria Eugenia

Don Juan intentó una y otra vez convencer a Franco de que cambiase de opinión en cuanto al sistema de Gobierno en España. Pero cada vez se encontraba con evasivas y negativas. Fue con el nacimiento de Felipe, tercer hijo de Juan Carlos y Sofía, cuando las cosas cambiaron.

Victoria Eugenia de Battenberg, la madre de don Juan, llegó a España por primera vez desde el exilio para el bautizo de Felipe en 1968. La nieta de la reina Victoria llevaba más de 20 años viuda y permanecía en Reino Unido, donde vivía su familia. A su llegada a España se dice que fue recibida por multitudes que aclamaban la vuelta de la monarquía.

Durante su visita a España, tuvo lugar un encuentro de la reina con Franco en el palacio de la Zarzuela. Durante esta charla, Victoria Eugenia le pidió al dictador que escogiera un sucesor de entre los tres herederos de la Casa Borbón, y que lo hiciera en vida.

Dicho y hecho, un año más tarde don Juan Carlos es nombrado sucesor de Franco con el título de príncipe de Asturias. La nueva orden se salta a don Juan de Borbón, lo que produce descontento en algunos sectores monárquicos. El propio heredero de Alfonso XIII se muestra dividido. La muestra de que sigue teniendo sus reticencias es que no le cede los derechos dinásticos al rey hasta 1977. Dos años después de ser proclamado por las Cortes.