Chiara Ferragni por fin se ha pronunciado. Sus palabras llegan tras conocerse que había sido multada con un millón de euros por vender unos dulces navideños que supuestamente eran benéficos pero que realmente no lo eran. La influencer de 36 años ha admitido la culpa, aunque califica de error lo sucedido y asegura que recurrirá la sentencia, al considerarla desproporcionada.

"Siempre he estado convencida de que los más afortunados tienen la responsabilidad moral de hacer el bien", ha asegurado Ferragni, una de las más populares del mundo. "Estos son los valores que siempre nos han impulsado a mí y a mi familia. Esto es lo que les enseñamos a nuestros hijos. También le enseñamos que se pueden cometer errores, y que cuando sucede debemos admitir, y si es posible, remediar el error cometido y atesorarlo", ha insistido.

Donará la mis cantidad de la multa al hospital

Además, ha asegurado que donará "un millón de euros" al hospital Regina Margherita. La intención será "apoyar en el cuidado de niños", ha añadido en su comunicado en redes sociales. A diferencia de su marido, Fedez, que había respondido en stories, Chiara ha preferido compartirlo como una publicación normal en vídeo y con texto.

"Lo hago público porque me di cuenta de que había cometido un error de comunicación. Un error que recordaré en el futuro. Separaré por completo cualquier actividad benéfica, que siempre he hecho y seguiré haciendo, de las actividades comerciales", se ha justificado la influencer, madre de dos hijos. Chiara insiste en que lo ocurrido ha sido todo "un malentendido".

Por ello, añade que impugnará la multa que considera "desproporcionada e injusta". Y la cantidad final (si es inferior a la decidida) "se sumará al millón de euros". Además, se compromete a mantener el contacto con el hospital Regina Margherita para entender cómo se utilizará el dinero y cómo avanza el resultado.

¿Por qué multaron a Chiara Ferragni?

Las sociedades de Chiara Ferragni, Fenice y Tbs Crew, junto a la empresa de alimentos Balocco, fueron multadas por una "práctica comercial incorrecta". Los tres colaboraron en un proyecto donde daban a entender al público que por comprar su pandoro (un dulce tradicional navideño italiano parecido al panettone) ayudaría al Hospital Regina Margherita de Turín.

Supuestamente, con cada venta ayudarían a comprar nueva maquinaria para el tratamiento terapéutico de niños con osteosarcoma y sarcoma de Edwing. Sin embargo, la donación se había hecho ya. La empresa de alimentos había entregado 50.000 euros meses antes, pero las empresas de Chiara Ferragni terminaron recaudando más de un millón de euros.