Dua Lipa se ha comprometido. Lo ha dicho ella misma, entre otras muchas cosas, en su entrevista para el British Vogue de julio, la más reciente estación en su constante reinvención como estrella global, embajadora pop, editora cultural y ahora también mujer prometida. No ha hecho falta un post con anillo ni un anuncio formal: la revelación ha sido casual, casi de fondo, como si estuviera ya asimilada. "Estoy en una relación muy feliz, me he comprometido", dice, y el mundo ha tomado nota.
El afortunado es Callum Turner, actor, exmodelo de Burberry, británico de gesto flemático y nombre de caballero artúrico. A los cinéfilos les sonará por su papel como el hechicero Theseus Scamander en el universo derivado de Harry Potter, aunque también ha trabajado a las órdenes de Spielberg (Los amos del aire) y protagonizado la serie bélica The Capture, donde ya desplegaba esa intensidad algo turbia que ahora pone al servicio del romance. Turner, nacido en Chelsea en 1990, parece diseñado para encajar en el ideal pop de la masculinidad sensible: alto, guapo, ligeramente taciturno, con pasado en la moda y presente en la industria del entretenimiento global.
El flechazo se hizo público en enero, cuando fueron fotografiados besándose a la salida de una fiesta tras el estreno de Masters of the Air en Los Ángeles. Les había presentado tiempo atrás Ruth Rogers, viuda del arquitecto Richard Rogers, en su icónico restaurante londinense, The River Cafe. Desde entonces, cada aparición conjunta ha ido apuntalando la narrativa: se quieren, se divierten, combinan estilismos sin que parezca forzado. Un equilibrio milimétrico entre naturalidad y cálculo, entre lo privado y lo viral. Como si ambos supieran que no hay nada más moderno que parecer espontáneos bajo control.
Optimismo radical
En su entrevista con Vogue, Dua Lipa habla más de sí misma que de Callum, pero ese es precisamente el gesto: no necesita exhibir la relación, porque ya está asegurada. "La vida cambia muy rápido", dice, y no lo dice con ansiedad sino con confianza. Lleva años preparando ese giro. Después de su ruptura con Anwar Hadid, se refugió en la soledad, en la escritura, en la danza, en la reinvención estética y sonora. Ahora, con nuevo disco (Radical Optimism) y nuevo novio (ahora prometido), se presenta como una mujer que ha hecho el trabajo emocional que tocaba. Turner, mientras tanto, encarna el papel que antes jugaron otros: el partenaire discreto, el complemento elegante, el actor con aura de misterio.
No sabemos si llegarán al altar ni si durarán lo suficiente para una portada conjunta en septiembre. Pero por ahora son la penúltima pareja perfecta: fotogénicos, comprometidos y, sobre todo, perfectamente sincronizados con la narrativa de una época que pide amor con diseño, fama sin ruido y felicidad bien iluminada. La última pareja perfecta llegará pronto. Pero hoy, Dua y Callum, con su sonrisa medida y su compromiso anunciado al pasar, nos ofrecen la ilusión momentánea de que todo encaja.
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