Entre gaitas y versos, la princesa Leonor ha vuelto este lunes a Galicia como quien regresa a una tierra que ya siente suya. En la plaza del Obradoiro, frente a la fachada barroca del Pazo de Raxoi, ha recibido la Medalla de Oro de Galicia, la máxima distinción institucional de la comunidad, con palabras de afecto pronunciadas –en parte– en gallego. La heredera ha querido subrayar el vínculo forjado durante su estancia en la Escuela Naval de Marín, donde, ha dicho, se ha sentido "una gallega más".

Ha sido Alfonso Rueda, presidente de la Xunta, quien ha encabezado el acto de entrega, acompañado por la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz. La Real Banda de Gaitas de la Diputación de Ourense ha interpretado el Himno del Antiguo Reino de Galicia como preludio ceremonial. Después de los saludos institucionales, Leonor, acompañada para la ocasión del jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino, ha accedido al palacio compostelano, sede de la Xunta, donde ha pronunciado un breve discurso en el que ha evocado su paso por Marín, sus experiencias en el buque escuela Juan Sebastián de Elcano y la fragata Blas de Lezo, así como la convivencia con los 75 guardiamarinas de su promoción.

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 14/07/2025.- La princesa Leonor recibe este lunes la Medalla de Oro de Galicia, la mayor distinción que otorga la Xunta en un acto celebrado en el Hostal dos Reis Católicos, en Santiago de Compostela, y que cuenta con la presencia del presidente gallego, Alfonso Rueda (3d) y la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz (2i), entre otros. EFE/ Lavandeira
Leonor y autoridades este lunes en Santiago. | Lavandeira / EFE

"No me costó sentirme acogida, acompañada, una gallega más", ha afirmado. Consciente del simbolismo del momento, ha hilado referencias a la emigración gallega, a los peregrinos del Camino y al lema inscrito en la medalla que ha recibido: "A los buenos y generosos". Unos versos tomados del himno gallego que Leonor ha convertido en elogio a una tierra que la ha acogido, ha asegurado, con los brazos abiertos.

Una princesa de 'furanchos'

En gallego, y con naturalidad, ha hablado también de sus salidas por la ría de Pontevedra y de la alegría compartida en los furanchos, esos locales estacionales donde se sirve el vino excedente de la cosecha con tapas de sardina, empanada o pulpo. "Pude disfrutar del buen ambiente en cada lugar que pisé. Y de la comida, sobre todo, en los furanchos", ha dicho.

La intervención ha cerrado con un agradecimiento "de corazón" y con un giro final que pretende sellar el vínculo con Galicia: "Una tierra que, casi sin darme cuenta, pasó a formar parte de mí".

Más allá del gesto de cercanía, el acto ha tenido una clara carga institucional. Alfonso Rueda ha aprovechado su intervención para subrayar el papel de la Corona como garante de "libertad, estabilidad, crecimiento y bienestar". Ha defendido la adhesión "sincera" de Galicia a la Monarquía y ha deslizado un mensaje de moderación frente a la incertidumbre política: "En otros lugares hay incertidumbre, pero en Galicia hay diálogo, moderación y responsabilidad".

No ha pasado inadvertida la ausencia de la alcaldesa de Santiago, Goretti Sanmartín, del BNG, que no ha acudido al acto.

Al término del homenaje, la princesa ha firmado en el Libro de Oro de Galicia y ha recibido varios obsequios simbólicos: el libro Nós de Castelao, la obra completa de Rosalía de Castro y un conjunto de pendientes y colgante de artesanía gallega.

Pasado el medio día recibirá en Marín el título de Hija Adoptiva, distinción que también ha agradecido en su discurso compostelano. Así, con medallas, libros y versos, la princesa Leonor ha cerrado un ciclo en Galicia y ha dejado abierta la puerta a un relato: el de una heredera que encuentra patria en los márgenes de la ría.