En la ciudad libia de Derna las lluvias del medicán, un ciclón tropical mediterráneo, se lo llevaron todo por delante. La tromba de agua, unida al derrumbe de dos presas, desbordó la rambla que atraviesa la ciudad de 90.000 habitantes y arrasó con lo poco que quedaba tras doce años de guerra, turbulencias políticas, años de aislamiento internacional y precarias infraestructuras. Con las principales carreteras destrozadas y las comunicaciones cortadas, los muertos se amontonaban por las calles a la espera incierta de unos servicios de rescate.

“La situación es catastrófica, con cientos de familias muertas y otras cientos desaparecidas”, reconoce a El Independiente Marie el Driss, secretario general de la Media Luna libia. “Las tareas para buscar y excavar bajo las ruinas están ya en marcha. Las dos presas colapsaron por las fuertes inundaciones y la lluvia”, señala El Driss. La situación aún está plagada de interrogantes. Según el ministerio del Interior, habría al menos 6.000 muertos y hasta 10.000 desaparecidos. Además, se cuentan por decenas de miles los desplazados. “Familias enteras han desaparecido como consecuencia de la mortífera tormenta. Muchos cadáveres no han podido ser identificados y no han sido enterrados”, admitió uno de sus portavoces.

"El mar se llevó una cuarta parte de la ciudad"

Desde el domingo las fuertes lluvias originadas por la llegada de la tormenta Daniel, que ya hizo estragos en Grecia, golpearon el este de Libia. En Derna, la riadas engulleron hileras enteras de edificios construidos junto a la rambla tras años de corrupción y falta de control público de las construcciones. El desastre partió en dos la ciudad, con una superficie de cuatro kilómetros cuadrados completamente arrasada.

Los vídeos llegados de Derna eran aterradores: ciudadanos que trataban de rescatar en vano a vecinos arrollados por el agua y el fango; cuerpos que tras resistirse se entregaban al torrente y desaparecían bajo el agua color marrón; y olas que sacudían bloques hasta hacerlos caer en dirección hacia el mar. Cuando amainó la tormenta, las imágenes mostraron calles atestadas de cadáveres y montañas de vehículos reducidos a chatarra. "Al desbordarse, el río se llevó por delante todos los edificios y a las familias que se encontraban en ellos", detalló el vicealcalde de Derna, Ahmed Madrud.

“Fue como si el mar se hubiera llevado una cuarta parte de la ciudad”, narró Johr Ali, un vecino de Derna afincado en el extranjero que fue recopilando la información que le hacían llegar familiares y amigos. “El contacto es muy precario. No hay electricidad, ni teléfono, ni cobertura de Internet. Todas las carreteras que llevan a la ciudad están anegadas”. “La catástrofe se produjo porque la presa, ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad y destinada a protegerla de las inundaciones procedentes de las zonas orientales de Libia, no resistió la enorme cantidad de agua que llegó anteayer y explotó en las primeras horas de la mañana del lunes. Fue esa explosión la que provocó un mar procedente de las zonas del sur de la ciudad, como lo describe la gente”.

La catástrofe se produjo porque la presa, ubicada a unos 30 kilómetros de la ciudad y destinada a protegerla de las inundaciones procedentes de las zonas orientales de Libia, no resistió la enorme cantidad de agua

"Fuera de control"

Tras las horas de pánico, la calma relativa exhibió las heridas que habían causado las riadas. “El mar está devolviendo decenas de cuerpos”, señaló un vecino junto a las imágenes de cuerpos ocultos bajo telas dispuestos en la playa.

Las autoridades del este de Libia reconocieron que la situación se hallaba “fuera de control”. “No hay más dios que Alá. A Alá pertenecemos y a él volveremos”, proclamó el consejo municipal de Derna tras anunciar a última hora del lunes que la ciudad se desmoronaba y reclamar ayuda internacional así como el establecimiento de un corredor marítimo. “Hay cadáveres por todas partes: en el mar, en los valles, bajo los edificios”, indicó Hisham Chkiouat, ministro de Aviación Civil tras visitar de urgencia la urbe. “No exagero si digo que el 25% de la ciudad ha desaparecido. Se han derrumbado muchos edificios”, agregó mientras advertía que el balance final de víctimas sería “muy, muy alto”.

Las cifras de los fallecidos más exactas procedían de aquellos que esperaban a ser enterrados en los cementerios de la ciudad. “Las autoridades oficiales aún no pueden dar cifras exactas sobre el número de muertos, pero la cifra de 3.000 procede de los fiscales encargados de conceder los permisos para enterrar a los muertos en los cementerios”, explicó a este diario el periodista Jalil el Hassi.

Derna posee infraestructuras débiles y servicios deficientes de electricidad, transporte y agua

Sin misiones de rescate

Una tragedia de la que la investigación académica de un ingeniero libio ya advirtió en 2022 y que nadie escuchó. En base a las inundaciones que la ciudad sufrió en 1945 y 1986, el estudio alertaba del “alto potencial de riesgo de inundación”. “Por lo tanto, las presas de la cuenca de Wadi Derna necesitan un mantenimiento periódico”, señalaba el informe publicado el pasado noviembre. “Derna posee infraestructuras débiles y servicios deficientes de electricidad, transporte y agua. La tormenta provocó inundaciones en las principales calles y en zonas residenciales. En el pasado, la inversión pública en Libia se basaba principalmente en zonas urbanas seleccionadas, con deficiencias en lugares como Derna, lo que dejó a la ciudad en condiciones de fragilidad”, explicó a este diario Malak Altaeb, experta en política ambiental del Middle East Institute.

El único equipo internacional que ha llegado proviene de Turquía

Dos días después, las tareas de rescate seguían resultando escasas. Cinco trabajadores de Media Luna Roja perdieron la vida desde el domingo. “El único equipo internacional que ha llegado proviene de Turquía, con 168 personas. Todos los esfuerzos son voluntarios y cuentan con cierto apoyo gubernamental en términos de equipo”, señalaron a este diario fuentes conocedoras de las operaciones. El Gobierno de Trípoli envió un cargamento con material de ayuda y una caravana de sanitarios enfiló el camino hacia Derna. “Muchas familias han perdido todas sus pertenencias y los trabajadores de búsqueda y rescate están tratando de localizar a personas desaparecidas. Decenas de miles de personas están desplazadas sin perspectivas de regresar a sus hogares”, señaló Dax Bennet Roque, director del Consejo Noruego para los Refugiados en Libia.

En Derna y la región oriental de Cirenaica las lluvias torrenciales sembraron el caos sobre un desastre previo que se había fraguado durante décadas. “La mitad de Derna fue arrastrada hacia el Mediterráneo. Dos presas construidas en los años 80 por ingenieros yugoslavos se derrumbaron tras las fuertes lluvias caídas durante la tormenta Daniel. Nunca antes había caído tanta lluvia en 24 horas. El agua se llevó todos los edificios en minutos”, relató Mohamed, un periodista libio, sobre el infierno de agua y fango que devoró Derna.