Bajo el lema "Resistir es vencer" y con la voluntad de seguir resistiendo en las dunas del desierto más inhóspito del mundo. El FiSahara, el Festival Internacional de Cine del Sáhara Occidental, celebra esta semana su edición número 18 con los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf (Argelia) como escenario.

La sesión inaugural corrió a cargo de tres jóvenes saharauis que han escenificado el lema de este año: Jaimitna Fi Cinema (Nuestra jaima en el cine): Resistir es Vencer. Recordando las palabras de quien inició la invasión del Sáhara Occidental, el rey de Marruecos Hasán II, cuando afirmó que “hemos ocupado territorios, pero no hemos ocupado corazones”, los jóvenes han reivindicado “el cine como una ventana a los elementos que conforman nuestra cultura”. 

La wilaya (provincia) de Ausserd alberga hasta este domingo un festival que reúne a activistas de los derechos humanos y artistas de cuatro continentes (Europa, África, América y Asia). El ministro de Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática, Moussa Salma, ha reclamado la “cultura de la paz y espacios como FiSahara que suponen un grito por la paz en mitad de este limbo de guerras, discriminación y racismo”.

Una proyección del Fisahara | Sergio R. Moreno

La resistencia de los territorios ocupados

A la presentación de la proyección de Insumisas, que pone en valor la resistencia de las mujeres activistas saharauis en los territorios ilegalmente ocupados por Marruecos, han acudido varias de las activistas que a diario se juegan la vida como Elghalia Djimi, Mina Baali, Salha Boutenghiza y Mahfouda Lekfir, entre otras. La misma Baali, en mitad de los aplausos de un auditorio entregado, ha destacado que “esta no es una resistencia individual, no se puede desligar del pueblo saharaui, pues forma parte de un todo resistente”.

En una edición con marcado acento internacional que reivindica la unión de los pueblos ante la opresión e impunidad de las fuerzas ocupantes, el público asistente ha disfrutado de la premiada Jaima, película surgida de la colaboración de la Escuela de Formación Audiovisual Abidin Kaid Saleh, nacida de FiSahara en 2011, y la Academia Internacional de Ciencias Audiovisuales (CISA) de Locarno.

El festival de cine y derechos humanos que cambia la alfombra roja por la alfombra de las jaimas cerró la velada con la proyección de Hassna, del realizador argelino Khaled Habib El Kebich, en la que se narran la determinación del pueblo argelino ante las violencias del ejército francés durante la ocupación de la región por el país galo.

Entre los participantes de la cita, figuran internacionales como Soraya Bayuelo, Premio Nacional de Paz de Colombia, fundadora del Festival Audiovisual Montes de María (Colombia); y participante en de la tercera Delegación de las 60 Víctimas que asistieron a la Mesa de Diálogos de Paz en La Habana (Cuba); Lurdes Pires, cineasta y activista timorense clave en el proceso de independencia de Timor Oriental; el actor senegalés Thimbo Samb que utiliza el cine y el teatro para concienciar a las sociedad española sobre el racismo; y el fotógrafo, cineasta y periodista palestino de Cisjordania, Ahmad Al-Bazz, productor de 200 metros que presenta en esta edición de FiSahara.

Reivindicación de la jaima y la identidad saharaui

En paralelo, se celebra también LeFrig, el campamento tradicional protagonizado por mujeres que muestran los usos y costumbres saharauis con comida típica, fabricación de ropa, música y danzas, juegos tradicionales, en el que compiten las diferentes wilayas saharauis por ser las que mejor encarnen la tradición saharaui como otra lucha de resistencia contra la ocupación marroquí.

La jaima ocupa un lugar central en esta edición, como se ha encargado de recordar la gobernadora de Ausserd, Jira Bulahi, al destacar que “la jaima visibiliza parte de nuestra identidad, la misma que ha querido destruir el régimen marroquí”, prohibiendo su levantamiento en el Sáhara Ocupado.