El presidente turco Recep Tayyip Erdogan ha reconocido este lunes que más de 1.000 miembros del grupo militante palestino Hamás han recibido tratamiento en hospitales de toda Turquía, reiterando su postura de que Hamás es un "movimiento de resistencia".

En una rueda de prensa tras reunirse con el primer ministro griego, Kyriakos Mitsotakis, en Ankara, Erdogan ha confesado también que le entristecía la opinión griega que considera a Hamás una organización terrorista, al igual que en el resto de la Unión Europea.

Hamás, punto de desacuerdo

Grecia y Turquía no pueden estar de acuerdo en todas las cuestiones relacionadas con la guerra en Gaza, pero sí en que la violencia debe terminar y en que es necesario un alto el fuego a largo plazo, ha manifestado Mitsotakis. "Acordemos no estar de acuerdo", ha apuntado Mitsotakis en respuesta a Erdogan.

En una intervención conjunta, sin preguntas, tras reunirse en Ankara, los dos dirigentes coincidieron en que hay que lograr un alto el fuego en Gaza y rechazaron la operación terrestre de Israel en la ciudad de Rafah, donde se concentran ya, sin posibilidad de escapar, un millón de refugiados palestinos.

Mitsotakis ha recordado que Atenas considera terrorista al grupo islamista Hamás, autor de los atentados que el pasado 7 de octubre dejaron 1.400 muertos en Israel y provocaron la operación de castigo israelí en la que han muerto ya casi 35.000 personas.

Erdogan, sin embargo, ha defendido a Hamás como una organización de resistencia palestina y afirmó que "más de mil miembros de Hamás heridos" se tratan en hospitales turcos.

Encuentro constructivo

Los dos líderes han prometido seguir impulsando las buenas relaciones vecinales, aunque sin resolver los puntos de desacuerdo entre los dos países. "Ha sido un encuentro muy constructivo. Trabajamos para incrementar nuestro comercio bilateral de 6.000 millones a 10.000 millones de dólares. Hemos firmado un acuerdo para ayudas de emergencia, ya que nuestros países se hallan en una franja de terremotos", dijo Erdogan.

"Seguimos una agenda positiva que haga ganar a ambas partes. Las relaciones económicas bilaterales crecen cada día", señaló Mitsotakis, según recoge Efe. El jefe del Gobierno griego subrayó el efecto positivo del acuerdo, en vigor desde marzo, que permite a los ciudadanos turcos visitar 10 islas griegas del Egeo sin trámite previo, algo que "ayuda a ambos pueblos a encontrarse y conocerse sin sufrir la burocracia".

"También hablamos de la migración irregular. Nuestros esfuerzos para impedir a los traficantes humanos aprovecharse del sufrimiento ajeno ha empezado a dar frutos. Trabajamos para que Turquía pueda recibir fondos de la Unión Europea en este sector", agregó Mitsotakis.

Ambos mandatarios reivindicaron "la legislación internacional" para resolver "asuntos pendientes", pero no indicaron progresos en el tema de Chipre, en el que Ankara pide una división definitiva de la isla, ni en el trazado de las zonas económicas exclusivas en el Mediterráneo oriental.

Erdogan se refirió a la polémica por la reciente reapertura como mezquita de la antigua iglesia bizantina de Cora (o Chora) en Estambul, transformada en templo musulmán en 1511 y declarada museo en 1945, una decisión que Mitsotakis criticó hoy argumentando que este tipo de monumentos "pertenece a toda la humanidad".

El presidente turco, no obstante, insistió en su satisfacción por reasignar el lugar al culto musulmán, pero subrayó que su valor histórico se preserva con esmero y que sigue abierto a todos los visitantes, independientemente de su religión. La comparecencia terminó con un apretón de manos ante las cámaras, pero sin admitir preguntas de la prensa.