Desde el 15 de abril de 2023, más de 14 millones de personas han tenido que desplazarse tras el estallido del conflicto armado en Sudán. Esto incluye cerca de 11 millones de personas desplazadas dentro del país y más de 3 millones que huyeron a países vecinos, sobre todo a Chad y Sudán del Sur. A día de hoy, 30,4 millones de personas necesitan ayuda urgente.

Los recientes recortes en la financiación humanitaria proporcionada por los Estados Unidos, que aportó el 45% de los fondos totales del Plan de Necesidades y Respuesta Humanitaria de Sudán para 2024, puede obligar a muchos más sudaneses a desplazarse.

Las personas refugiadas realizan peligrosas travesías hacia países vecinos en busca de seguridad. En Sudán del Sur, Acción contra el Hambre trabaja en la frontera de Majok Yinthiou, proporcionando ayuda de emergencia a las familias todos los días.

En la foto, punto de control de Acción contra el Hambre en la frontera de Majok Yinthiou (Sudán del Sur).

Awel Kuon, de 25 años, tuvo que desplazarse hacia Sudán del Sur con su bebé de dos semanas. Sin embargo, sus pensamientos y su corazón continúan en Sudán.

"Estoy preocupada por mi familia en Sudán. Tengo que mantener a mi familia enviándoles dinero para que se puedan reunir conmigo en Sudán del Sur”.

Dhieng Bol Deng y su familia llegan al puesto fronterizo con Sudán del Sur en Majok Yinthiou, huyendo de la guerra con las pocas pertenencias que pudieron salvar. 

Aquí, Acción contra el Hambre les realizará pruebas para medir la desnutrición y les proporcionará barritas con alto valor energético.

Garang Agany (20 años), y Macher Mathiang (19), reciben barritas energéticas proporcionadas por Mary Anok Juac, que trabaja para Acción contra el Hambre en Majok Yinthiou. 

"Las personas que son objeto de ataques (en Sudán) son principalmente sursudaneses porque carecen de derechos en comparación con los ciudadanos sudaneses. Incluso por el camino, a algunas personas las sacan de sus coches y les roban. Si alguien se niega a entregar sus pertenencias, lo matan".

Abak Anei Liai, de 22 años, recibe ayuda en el centro de nutrición de Majok Yinthiou después de llegar al puesto fronterizo.

“En Sudán, hay hombres armados que atacan a la gente por la noche, lo que me preocupó mucho“, declara.

Adheet Akeen Alhia, embarazada de 22 años, y su hijo, son examinados en el Centro de Nutrición de Acción contra el Hambre en Majok Yinthiou. 

"En este momento, la guerra en Sudán es terrible. Tengo dos hermanos que han desaparecido debido a la guerra... Mis hermanos se mudaron a otra ciudad para encontrar trabajo ocasional, luego estalló la guerra de Sudán. No tenemos contacto entre nosotros. Estoy preocupada por sus vidas, temo que puedan estar muertos".

Nyibol Mathiang Deng, de 27 años, se reúne con su marido y su hija mayor después de haber estado separados durante más de un mes tras un ataque en su aldea de Sudán. Cuando se reencontraron, Nyibol no cabía en sí de la emoción. 

“Incluso no podía dormir, estaba riendo y muy feliz por dentro... No me podía creer haber recibido su llamada después de que nos viéramos obligados a separarnos”. 

Por fin juntos, la familia viajará a Kuajok, la capital del estado de Warrap, en Sudán del Sur. Allí, Nyibol se reunirá con más familiares: esta vez, su madre y su suegro, que viven pacíficamente allí.