Kim Jong-un no conoce Benidorm pero en 2017 envió a una delegación a la población alicantina, un referente como meca del turismo internacional. El líder norcoreano acaba de inaugurar Wonsan Kalma, una "ciudad de vacaciones" en la costa este del país, donde sueña con atraer turismo ruso y chino.
Corea del Norte es uno de los países más herméticos del mundo, de modo que llama la atención que Kim Jong-un haya inaugurado, junto a su esposa Ri Sol-ju y su hija y heredera Kim Ju-ae, un complejo turístico inspirado en Benidorm, destinado a albergar a unas 20.000 personas. En Wonsan Kalma hay hoteles, parque acuático, restaurantes, cine, teatro y centros comerciales.
Fue probablemente el primer embajador norcoreano en España, Kim Hyok-chol, quien informó a las autoridades de Pyongyang de la existencia de Benidorm. El diplomático, que llegó a España en octubre de 2013 y fue expulsado en septiembre de 2017, había participado en Elche en una convención sobre patrimonio religioso y turismo. Allí entabló contacto con un profesional del sector turístico, Matías Pérez Such, que fue uno de los anfitriones españoles de la visita que realizó una delegación de 17 personas a Benidorm.
"Estuvieron tres noches en junio de 2017. Eran 17 personas, encabezadas por el embajador y un funcionario de alto rango. Organizamos visitas al hotel Bali, el más alto de Europa, a Terra Mítica, a varios campings, a las playas", indica Matías Pérez Such, que recuerda que la visita coincidió con una exposición del arquitecto Óscar Tusquets, sobre el Gran Benidorm.
"La mayoría eran arquitectos. Tomaban nota del todo, eran muy minuciosos y disciplinados. Preguntaban mucho sobre cómo se distribuían los cámpings, por ejemplo. Se les veía interesados en construir un resort turístico. Sé que también estuvieron en Marina D’Or y en algún lugar de la costa Dorada, pero el objetivo de la visita era Benidorm", añade Matías Pérez Such. En ese viaje visitaron por Cataluña también. Marina D’Or. El objeto de la visita era Benidorm. Hablaban inglés. No habían ido a otros destinos como Italia o Francia.
"La mayoría de los que vinieron a Benidorm eran arquitectos. Tomaban nota del todo, eran muy minuciosos y disciplinados"
MATÍAS PÉREZ SUCH, PROFESIONAL DEL SECTOR TURÍSTICO
Metamorfosis de Wonsan
Kim creció rodeado de lujos en Wonsan, donde muchos miembros de la élite del país tienen villas privadas. De hecho, con su presencia en la inauguración del complejo lanzó un mensaje a la élite norcoreana para que disfrutara del ocio en Wonsan. La agencia norcoreana de noticias KCNA se refería al acontecimiento como "el preludio de una nueva era en el turismo" del país. Las imágenes oficiales mostraban a Kim, junto a la heredera, observando cómo un bañista disfrutaba en una piscina, o paseando juntos por la playa, vestidos de domingo norcoreano.
El líder norcoreano ha apostado por la transformación de la ciudad, que en su día albergó un centro de pruebas de misiles. La apertura de Wonsan Kalma estaba prevista para octubre de 2019, pero la pandemia aisló aún más al país. Las restricciones duraron hasta mediados de 2023 y no aceptó visitantes foráneos hasta el año pasado.
Según la BBC, hay indicios de que las obras para construir el complejo turístico de Wonsan Kalma se han realizado en condiciones de abusos laborales. Hay ciudadanos norcoreanos que se ofrecen a este tipo de misiones para lograr, por ejemplo, permiso para vivir en Pyongyang. Trabajaban de sol a sol y las raciones de comida eran escasas.
James Heenan, de la Oficina de Derechos Humanos de la ONU en Seúl, afirma en BBC que "hay informes que indican que el complejo se construyó utilizando lo que ellos denominan brigadas de choque. Trabajaban sin descanso para terminar el proyecto".
Visitas en grupos organizados bajo vigilancia
La entrada de turistas extranjeros se permite pero los grupos proceden principalmente de China y Rusia, países con los que Corea del Norte mantiene relaciones de amistad. De hecho, Pyongyang ha suministrado 28.000 contenedores de armas al Kremlin y ha desplegado miles de militares desde octubre de 2024, según la Agencia de Inteligencia de Defensa de Corea del Sur.
Corea del Norte espera que a cambio de este apoyo en la guerra en Ucrania Rusia anime a los ciudadanos rusos a tener en cuenta Wonsan como destino de vacaciones. De hecho, hay
En febrero pasado Corea del Norte se abrió a visitantes occidentales, cuando turistas del Reino Unido, Francia, Alemania y Australia cruzaron la frontera desde China. Semanas más tarde, volvió a interrumpirse el turismo sin explicaciones.
Corea del Norte es un destino poco convencional, incluso para los rusos. A los visitantes occidentales les atrae adentrarse en un país tan ignoto, que sigue técnicamente en guerra con Corea del Sur. El precio que han de pagar es que los controles son estrictos. La vigilancia es estricta y muchas veces hay que participar en ceremonias patrióticas. Para estos viajeros les puede resultar curioso observar cómo es un complejo turístico playero en un contexto tan diferente como el norcoreano.
El objetivo inicial era atraer a más de un millón de visitantes, principalmente turistas extranjeros procedentes de China y Rusia. De momento solo hay tres agencias en Rusia que ofrezcan viajes que incluyen Wonsan Kalma. Al primero de Vostok Intur, en julio, se habían apuntado 12 personas. Hay otros dos programados en agosto.
El viaje de una semana a Corea del Norte, que incluye tres días en el complejo turístico de Wonsan, cuesta unos 1.500 euros, lo que supone un 60% más que el salario medio mensual en Rusia.
Aunque los turistas rusos tienen vetados muchos destinos debido a la guerra en Ucrania, aún pueden viajar fácilmente a Turquía, Egipto, Tailandia o Vietnam, destinos con amplia experiencia en el sector turístico. En cualquiera de ellos podrán moverse a su aire, sin la supervisión que sufrirían en Corea del Norte, incluso en Wonsan. Tendrán que ofrecer algo muy especial para poder competir. Pero Wonsan Kalma es un ensayo. Y siempre será mejor que los norcoreanos se vuelquen con el turismo que con los misiles.
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