Una investigación conjunta publicada este miércoles por The Guardian, Disclose y Follow the Money ha revelado que MBDA, el mayor fabricante europeo de misiles, ha suministrado componentes clave empleados por Israel en ataques aéreos en Gaza que han provocado la muerte de cientos de civiles, incluidos decenas de niños.

Los hallazgos muestran que MBDA Inc., filial estadounidense del consorcio europeo, fabrica y exporta desde Alabama las alas guía (conocidas como Diamond Back Wings) que permiten a las bombas GBU-39 (también llamadas bombas de pequeño diámetro) planear hacia su objetivo con gran precisión. Estas bombas son ensambladas por Boeing y ampliamente utilizadas por el ejército israelí.

Víctimas civiles y ataques documentados

Desde noviembre de 2023, las fuerzas israelíes han empleado bombas GBU-39 en múltiples ataques durante su ofensiva en Gaza. La investigación identificó al menos 24 ataques confirmados con este tipo de armamento, resultando en la muerte de más de 500 civiles palestinos, entre ellos más de 100 niños y niñas.

Uno de los casos más dramáticos se registró el 26 de mayo de 2025, cuando un ataque alcanzó una escuela del norte de Gaza que albergaba a familias desplazadas. La explosión mató a 36 personas, incluyendo 20 menores de edad. Entre las víctimas se encontraba Hanin al-Wadie, de cinco años, quien sobrevivió con quemaduras graves en gran parte de su cuerpo. Testigos afirmaron que no había presencia de combatientes en las inmediaciones, y que el centro escolar había sido comunicado como refugio civil.

La ruta del beneficio: de Alabama a Europa

Aunque las piezas se fabrican en EEUU, las ganancias derivadas de su venta regresan a Europa. MBDA Inc. transfiere beneficios a su sede en el Reino Unido, y desde allí al grupo matriz en Francia. En 2024, el consorcio —propiedad de Airbus, BAE Systems y Leonardo— repartió dividendos por valor de 350 millones de libras esterlinas, lo que ha despertado críticas sobre la implicación indirecta de estas compañías europeas en el conflicto.

MBDA ha defendido sus operaciones, asegurando que respeta las leyes internacionales y nacionales en materia de exportación de defensa. No obstante, el caso pone en evidencia un vacío legal: la filial estadounidense no está sujeta a las restricciones impuestas por gobiernos europeos, lo que permite a empresas con sede en la UE beneficiarse de contratos de defensa sensibles mediante subsidiarias en terceros países.

Legalidad en disputa y llamado a sanciones

En septiembre de 2024, Reino Unido suspendió las licencias de exportación de armas a Israel por "riesgo claro de uso en violaciones graves del derecho internacional humanitario". Sin embargo, la medida no incluyó operaciones comerciales indirectas a través de filiales como MBDA Inc., lo que ha generado fuertes críticas.

Organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights Watch y Campaign Against the Arms Trade han solicitado una revisión urgente de los marcos legales que regulan la industria armamentística. Exigen sanciones a las empresas involucradas y mecanismos de control más estrictos que incluyan a sus subsidiarias extranjeras.

"La génesis del genocidio se sostiene en la rentabilidad que genera. Mientras no haya sanciones a empresas y gobiernos involucrados, las matanzas continuarán", declaró Francesca Albanese, relatora especial de la ONU para los derechos humanos en los territorios palestinos ocupados.

Crece la presión internacional

Las revelaciones aumentan la presión sobre los gobiernos europeos, especialmente en Francia, Reino Unido e Italia, donde MBDA tiene su base de operaciones. A pesar de los crecientes llamamientos internacionales, hasta ahora no se han anunciado investigaciones judiciales contra la empresa ni restricciones adicionales a sus actividades.

El caso MBDA expone las complejidades y contradicciones del comercio internacional de armas: mientras gobiernos occidentales piden moderación y respeto al derecho internacional en los conflictos, sus industrias de defensa continúan alimentando las guerras desde la retaguardia.