Poco antes de mantener una reunión virtual con los principales líderes europeos, convocada por el canciller alemán, Friedrich Merz, Donald Trump ha elogiado a los participantes, "gente extraordinaria que quiere que haya un acuerdo" sobre Ucrania en Alaska. Es la última oportunidad del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y de sus aliados europeos de explicar a Donald Trump cuáles son las líneas rojas para Ucrania. Al término de la conversación, el presidente Zelenski y el canciller Merz han coincidido en que en Alaska debería acordarse un alto el fuego. Si Putin no aceptara, habría que aumentar la presión. En caso de que vaya bien la cita en Alaska, sería posible realizar un encuentro a tres, Trump, Putin y Zelenski la semana que viene, según la CBS. Está claro que la pelota hay que lanzarla al lado de Putin. Es el mensaje.
Merz ha asegurado que "algo se está moviendo". Ha subrayado que los europeos han expuesto a Trump el principio de que "las fronteras no deben modificarse mediante la violencia". También afirma que los socios europeos quieren impulsar "garantías de seguridad sólidas para Ucrania", pero no ha quedado claro quién las daría y si EEUU participaría, solo que el Ejército ucraiano no puede tocarse.
Según Merz, "la estrategia se basa en apoyar a Ucrania y presionar a Rusia. Por lo tanto, si en Alaska no hay movimiento por parte de Rusia, entonces Estados Unidos y los europeos deben aumentar la presión". El canciller asegura que Trump comparte "en gran medida" la posición europea. El presidente Macron mantiene que Trump también quier eun alto el fuego como resultado de la cumbre de Alaska.
Zelenski ha expuesto los cinco principios que le han trasladado a Trump. "Nada puede decidirse sobre Ucrania sin Ucrania y ha de haber un alto el fuego tras la cumbre de Alaska. Si no es así debe haber sanciones. También necesitamos garantías de seguridad", ha remarcado Zelenski. El canciller alemán también ha insistido en que el alto el fuego es prioritario.
Ha citado la Constitución ucraniana para asegurar que Ucrania no va a renunciar al Donbás. "Las fronteras de Ucrania no pueden cuestionarse", ha dicho Zelenski. "Necesitamos más presión para lograr la paz. Necesitamos sanciones, también europeas", ha añadido el presidente ucraniano.
Iniciativa de Berlín con España ausente
Zelenski ha participado en la conversación desde Berlín, donde ha conversado previamente con el canciller Merz. En primer lugar, Merz y Zelenski han hablado con los líderes de Finlandia, Francia, Italia, Reino Unido y Polonia, países que firmaron un comunicado de apoyo a la soberanía de Ucrania el domingo. La novedad es que por parte de Polonia ha sido el presidente, Karol Nawrocki, que asumió el pasado 6 de agosto y es afín a Trump, quien ha asistido telemáticamente a la conversación y no el primer ministro, Donald Tusk, como solía ser habitual hasta ahora.
Además han estado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, António Costa, y el secretario general de la OTAN, Mark Rutte. Así han podido coordinar una posición común.
España está ausente de este núcleo duro. El desplante del presidente del Gobierno en la cumbre de la OTAN explica que haya quedado excluido. También su mala relación con Donald Trump. Todos los asistentes tienen en común su buena sintonía, incluso desde las discrepancias ideológicas con el presidente de EEUU.
A continuación ha tenido lugar la cumbre virtual del canciller Merz y el presidente Zelenski con el presidente de EEUU, Donald Trump, y el vicepresidente JD Vance. Por último, Merz y Zelenski han informado a la coalición de voluntarios y en este foro sí ha participado Pedro Sánchez. Según fuentes de Moncloa, el Gobierno español se ha sentido representado por Von der Leyen y Costa en la reunión previa.
En sus primeras declaraciones del día, Donald Trump se ha mostrado molesto por la cobertura de la mayor parte de los medios sobre la cumbre de Alaska, donde se verá con el líder ruso, Vladimir Putin. "Citando constantemente a perdedores despedidos y personas realmente estúpidas como John Bolton, quien acaba de decir que, aunque la reunión se celebra en territorio estadounidense, 'Putin ya ha ganado'. ¿De qué va todo esto? Estamos ganando en todo. Las noticias falsas están trabajando horas extras (¡sin impuestos por horas extras!)", ha divulgado Trump.
También es novedad que desde la Casa Blanca se está rebajando la relevancia de la cumbre, la primera entre un presidente de Estados Unidos y el líder ruso desde que empezó la guerra en Ucrania, el 24 de febrero de 2022. Ahora se traslada la versión de que se trata de "escuchar" a Putin, más que de llegar a un acuerdo. "Voy a ver lo que tiene en mente", ha dicho Trump sobre el encuentro.
El Kremlin insiste en que sus demandas son las mismas de siempre y que pasan por quedarse con los territorios que ha ocupado (Crimea, Donetsk, Lugansk, Zaporiya y Jersón), aunque algunos solo los controla parcialmente, la renuncia de Ucrania a la OTAN, limitaciones para el Ejército ucraniano e incluso un cambio político. Todas son demandas inaceptables por Ucrania, sobre todo las relativas a las garantías de seguridad. Los ucranianos demandan que en primer lugar haya un alto el fuego a lo que Putin se ha negado hasta ahora.
Este miércoles se ha sabido que Trump y Putin se verán en la Base Conjunta Elmendorf-Richardson, en el extremo norte de Anchorage. Dado que es temporada alta en Alaska ha sido imposible encontrar otro lugar que ofrezca garantías de seguridad, si bien no era la mejor opción que el escenario fuera una base militar de Estados Unidos. Alaska fue territorio del Imperio Ruso hasta 1867 cuando fue adquirida por EEUU por 7,2 millones de dólares de la época.
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Ucrania fue rusa hasta hace cien años