Jornada de protesta en Israel. Las familias de los rehenes han llevado a las calles su desesperación por la resistencia de Benjamin Netanyahu a dar el visto bueno final a la propuesta de alto el fuego aceptada la semana pasada por Hamás. Los parientes de los secuestrados que aún permanecen en la devastada Franja de Gaza han cortado carreteras en todo el país, plantado sus protestas frente a las residencias de los ministros e intensificado las protestas con una gran marcha prevista para esta misma noche, cuando Netanyahu reúne a su gabinete de seguridad con la negativa a abordar la tregua ya refrendada por Hamás.
“Resulta profundamente decepcionante que, precisamente el día en que multitudes de israelíes salen a las calles para exigir el regreso de todos los rehenes y el fin de la guerra, el Gobierno siga retrasando el avance del acuerdo, en contra de la voluntad del pueblo. El Gobierno carece de mandato público para continuar este prolongado conflicto mientras nuestros seres queridos permanecen cautivos. Solo hay una respuesta: que la gente llene las calles hasta que todos regresen a casa”, ha suplicado a primera hora de esta tarde el Foro de Familiares de Rehenes y Desaparecidos, la asociación que integra a la mayoría de las familias de los rehenes. “El acuerdo lleva más de una semana sobre la mesa del Gobierno, pero el gabinete aún no se ha reunido para debatirlo. El Foro de Rehenes hace un llamamiento a todos los israelíes para que se unan a la marcha masiva de esta noche desde Savidor a las 19:00 y a la concentración en la Plaza de los Rehenes a las 20:00”, ha reclamado el movimiento.
Las manifestaciones a favor de un alto el fuego que Tel Aviv lleva meses retrasando se han sucedido por todo el país. Los familiares se han dirigido incluso al presidente de los Estados Unidos Donald Trump: “Usted ha afirmado que en las próximas dos o tres semanas habrá un final concluyente para la guerra. Rezamos para que esto sea cierto y para que usted haya fijado una fecha límite para poner fin a nuestro sufrimiento”. Las protestas se producen un día después de que un doble ataque israelí asesinara a 20 personas en el hospital Al Nasser de Jan Yunis, entre ellas 5 periodistas, en el enésimo bombardeo denunciado por la comunidad internacional en mitad del estado de hambruna que asola Gaza tras 22 meses de guerra.
Más de 62.000 palestinos asesinados
La fatiga de una guerra interminable que ha matado a más de 62.000 palestinos está fracturando a la sociedad y las instituciones israelíes. Hasta el estamento militar se expresa ya a favor de ponerle fin. Según los medios de comunicación israelíes, el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ha afirmado que existe un “acuerdo sobre la mesa” para los rehenes que quedan en Gaza. Según Channel 13 News, el teniente general Eyal Zamir habría declarado que el ejército israelí ha creado las condiciones para un acuerdo y que ahora está “en manos del primer ministro Benjamin Netanyahu”, en mitad de los preparativos para la invasión de la Ciudad de Gaza que provocará nuevos desplazamientos y más destrucción.
Está programada una reunión del gabinete de seguridad a última hora de este martes. Sin embargo, el Gobierno ha precisado que la reunión no incluirá discusiones sobre las conversaciones de alto el fuego. La mediación qatarí ha denunciado la falta de compromiso de Netanyahu y su Ejecutivo. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Majed Mohammed Al-Ansari, denunció que Israel no desea abordar la propuesta de acuerdo que se encuentra actualmente sobre la mesa a pesar de que la propuesta que Hamás aceptó era «seria y equilibrada», en sus propias palabras, e idéntica a la propuesta que Israel había aceptado anteriormente.
Miles de personas —en muchos casos convocadas por las propias familias— han lanzado este martes una huelga y manifestaciones en todo el país, cortando carreteras y exigiendo un alto al conflicto. En ciudades como Tel Aviv y Jerusalén se han retomado los habituales cánticos y pitidos junto a retratos de los rehenes, bajo consignas que mezclan la sacralidad de la vida con el clamor por un cese inmediato del fuego. Al mismo tiempo, han interrumpido la circulación de vías principales, convertidas en escenarios de protesta. Entre consignas y marchas, exigen al Gobierno de Netanyahu reabrir negociaciones con Hamás y poner fin al derramamiento de sangre.
En plenos preparativos de la ofensiva en la Ciudad de Gaza
Una de las acciones más potentes y simbólicas tuvo lugar frente a la residencia oficial del primer ministro, donde las familias han celebrado una cena tradicional de Shabat en plena protesta, bloqueando carreteras y lanzando un mensaje claro: "Nuestros seres queridos no pueden esperar más" .
Las manifestaciones coinciden con un recrudecimiento del conflicto: los bombardeos israelíes sobre Gaza causan decenas de víctimas y refuerzan la crisis humanitaria. Al menos 34 personas murieron en la última noche de bombardeos, incluidos ataques en torno a la ciudad de Gaza. Israel, por su parte, afirma estar destruyendo túneles y apuntando a infraestructuras de Hamás, pese a las críticas internas e internacionales
En medio del ruido de panfletos y altavoces, se han alzado las voces de los familiares y los ya liberados. Mientras crecen las voces reclamando acción, el Ejecutivo israelí mantiene una postura firme: sin derrotar primero a Hamás, no habrá solución segura para la liberación de los rehenes, remarca el primer ministro Netanyahu a sus ministros.
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