Ha estado implicado "desde el minuto uno" en las conversaciones que, tras seis semanas de intensos bombardeos sobre la Franja de Gaza, han conducido a una tregua inicial de cuatro jornadas y una extensión de otras dos. En horas cruciales, cuando los negociadores tratan de arrancar una nueva prórroga a Israel y Hamás, el portavoz del ministerio de Exteriores de Qatar, Majed al Ansari, atiende a El Independiente para desvelar algunos de los asuntos sobre la mesa.

En Doha se respira cierto optimismo con el posible escenario de una continuación del cese de las hostilidades en mitad de las crecientes presiones en el seno del Gobierno israelí para reanudar la operación militar terrestre en la Franja.

Pregunta.- A unas horas de que expire la extensión, ¿en qué momento se encuentran las conversaciones?

La duración de la nueva tregua depende del número de rehenes que Hamás pueda liberar cada día

Respuesta.- Las negociaciones continúan en estos momentos. Hemos asegurado dos días que expirarán hoy, además de los cuatro días originales que se pusieron en el acuerdo. Esperamos que al final del día consigamos otra prórroga. Estas prórrogas se basan en la capacidad de Hamás para comprometerse a un mínimo de diez rehenes por día, lo que se consiguió ayer, y tenemos la lista para hoy. Esperamos la liberación en un par de horas, y al mismo tiempo, anunciaremos si va a haber una prórroga adicional.

P.- ¿De qué duración sería esa prórroga?

R.- Depende del número de rehenes que Hamás pueda comprometerse a liberar cada día. Necesitamos que al menos diez rehenes sean liberados, según los israelíes. Y tenemos la esperanza de que esta vez vamos a ser capaces de obtener un buen número de días con el fin también de aprovechar el impulso que ha comenzado con el acuerdo original.

P.- ¿Cuántos civiles quedan en manos de Hamás, la Yihad Islámica y otros grupos de Gaza?

R.- No disponemos de esas cifras. Nuestro trabajo como mediadores es transmitir los mensajes entre ambas partes. No podemos validar nada de lo que recibimos del terreno. Ahora mismo, la información de que disponemos se refiere únicamente a los inscritos en la lista de hoy. Recibimos la lista a diario. Tenemos la lista de hoy y obviamente los que ya están en libertad pero no tenemos ninguna información con respecto al resto de los rehenes en este momento.

P.- ¿A qué se refiere cuando hablar de "la capacidad de Hamás para encontrar a los rehenes"?

R.- No podemos validar lo que nos llega del terreno, pero lo que hemos visto con los que ya han sido liberados, es que se hallan en buenas condiciones. Así que esperamos que eso se aplique al resto de los rehenes. Sin embargo, sobre el terreno, Hamás nos está transmitiendo la información a medida que sucede. Obviamente, se trata de una zona de guerra, por lo que no esperamos que sea fácil recabar información sobre el paradero de los rehenes, aunque sabemos por Hamás que no todos los rehenes están con ellos. Pero tenemos que esperar.

Hoy somos más optimistas que hace un par de días

P.- Ayer se celebró una reunión de los jefes de la CIA, el Mossad, la Inteligencia egipcia con el primer ministro de Qatar. ¿Se está hablando ya de la liberación de soldados israelíes en manos de Hamás?

R.- Como comprenderá, no puedo revelar ninguna información sobre la mediación y la negociación que está en curso en este momento. Sin embargo, lo que sí puedo decirles es que estas reuniones se vienen produciendo desde hace tiempo. No es la primera reunión entre los jefes de los servicios de inteligencia aquí en Doha y el ambiente general dentro de la discusión es bastante positivo. Estas discusiones condujeron al acuerdo original de una pausa de cuatro días y luego a la prórroga, y serán muy decisivas para conseguir algo más concreto. Nuestro principal objetivo es continuar con el impulso creado por el acuerdo y nuestra principal meta es alcanzar una pausa sostenible entre ambas partes que pueda ayudar a poner fin a esta guerra. Las discusiones en este momento comienzan con el asunto, por supuesto, de la extensión y la liberación de todos los rehenes civiles dentro del marco que han acordado en el acuerdo original, la disposición de la que estaba hablando. Sin embargo, ahora estamos teniendo discusiones sobre otras treguas alcanzables a través de la discusión sobre todos los rehenes y todas las cuestiones posibles. Por el momento no tenemos ningún acuerdo que podamos anunciar, pero puedo decirle que hoy somos más optimistas que hace un par de días.

P.- ¿Confirma pues que se está tratando ya la posibilidad del canje de rehenes militares?

R.- Nuestra prioridad siempre ha sido empezar por los que corren más peligro cuando se trata de los rehenes. Y esto se aplica primero a las mujeres y los niños y luego a los hombres, los civiles y después a los rehenes militares. No puedo revelar en qué punto de la discusión nos encontramos ahora mismo, pero puedo decirle que estamos trabajando para conseguir todo lo que podamos, todo lo que sea posible sobre el terreno. Y uno trabaja como mediador con lo que tiene al final.

Es aún más complicado porque hay una falta total de confianza entre ambas partes y eso complica el trabajo de mediador

P.- ¿Estamos entrando en una nueva fase de la tregua?

R.- Llevamos diciendo desde el primer día que la labor del mediador siempre resulta difícil. Pero en este contexto, por supuesto, es mucho más difícil que en otros porque estamos hablando de una falta total de confianza entre ambas partes, de emociones exacerbadas entre ambas partes, de una polarización que no sólo se da dentro de Israel y del territorio palestino, sino también en todo el mundo, lo que hace más difícil nuestro trabajo como mediador. Sin embargo, como ya he dicho, con el impulso que ha supuesto la aplicación del acuerdo que ya tenemos, este es el sexto día de calma tras cinco semanas de intensos combates y bombardeos indiscriminados en Gaza e increíbles pérdidas de vidas y destrucción en Gaza. Y por lo tanto somos optimistas porque estamos viendo que esto está ocurriendo ahora mismo. Estamos viendo cómo cesan los combates, cómo llega la ayuda a Gaza. Aún queda mucho por hacer, pero al menos tenemos el impulso necesario. Puedo decirle que somos mucho más optimistas que hace un par de días. Pero, por supuesto, se trata de un proceso muy delicado que debemos supervisar. Y esto es lo que está ocurriendo en la sala de operaciones aquí en Doha y en la reunión de los jefes de Inteligencia que conocemos. Es para garantizar que todos los lugares se han explorado y que todos los canales están abiertos para la comunicación.

P.- Como bien sabe, el Gobierno israelí está bajo presión en estos momentos para reanudar las operaciones militares. Se habla de aceptar una nueva tregua de cuatro o cinco días y luego reactivar a las tropas...

R.- Esperamos poder mantener el impulso. El hecho de que haya rehenes que regresan con sus familias, de que haya prisioneros en Israel que regresan con sus familias es una nota positiva tras unas seis semanas muy sombrías. Pero esperamos que las imágenes de estas personas reuniéndose con sus familias, de estos niños reuniéndose con sus familias eleven el nivel de comprensión entre ambas partes de que necesitamos llegar a un final de esta guerra basado en negociaciones, basado en medios pacíficos. Es lo que hemos estado diciendo desde el primer día, que este es un ciclo de violencia que no empezó el 7 de octubre. Y tenemos que pensar colectivamente con la comunidad internacional y las partes del conflicto cómo podemos llegar a un punto en el que el debate no gire en torno a una iteración concreta de la violencia que está teniendo lugar en estos momentos sino en torno a la paz y la seguridad de ambos pueblos y de la región en un enfoque holístico de la paz en Oriente Próximo.

P.- ¿Qué ha resultado ser lo más complicado del acuerdo'?

R.- Todo, para serle sincero. No estamos hablando aquí de una discusión fácil. Estamos hablando de dos partes que tienen muy poca confianza la una en la otra, si es que tienen alguna. Estamos hablando de un nivel de muerte y destrucción nunca visto en este contexto. Cuando se habla de unos 6.000 niños muertos en Gaza, 15.000 personas en total, el desplazamiento de 1,7 millones de personas y por supuesto la cuestión de los rehenes y los ataques del 7 de octubre. Todo esto hace que cualquier trabajo de mediación sea muy difícil y casi imposible. Pero estamos esperanzados porque hemos visto el resultado de la pausa humanitaria que se está llevando a cabo en estos momentos. También estamos esperanzados porque estamos viendo un cambio de lenguaje dentro de la comunidad internacional hacia el apoyo al fin de esta guerra. Y esto es lo que nos da más responsabilidad y sentido del deber para seguir haciendo esto y trabajar para poner fin a esta guerra.

P.- Recordamos aún el canje del soldado Gilad Shalit en 2011 por 1.027 presos palestinos en cárceles israelíes. Hoy estamos hablando de decenas de soldados israelíes en manos de Hamás y alrededor de 7.000 presos palestinos. ¿Son las negociaciones para el canje de soldados israelíes el momento más complicado?

R.- Obviamente serán las negociaciones más duras del proceso, las más difíciles. Hay grandes expectativas por ambas partes y nos estamos preparando para ello. Y creo que el éxito que hemos tenido con los civiles, mientras seguimos trabajando en la liberación de todos los civiles, ayudará en estas negociaciones como medida de creación de confianza. Sin embargo, como usted ha dicho, se espera que sean conversaciones muy difíciles. Esperamos poder mantener un debate holístico, un debate más general sobre la paz. Como resultado de la discusión sobre los soldados que están en manos de Hamás, el número de prisioneros palestinos en Israel sigue aumentando cada día con más detenciones de palestinos en Cisjordania. Y tenemos la esperanza de que también podamos detener eso y detener la escalada que se está produciendo en Cisjordania, conseguir un acuerdo para sacar a los presos. Al mismo tiempo, estamos viendo, por supuesto, mucha dificultad. El éxito en el acuerdo hasta este punto y el compromiso de ambas partes nos llena de esperanza de que podemos construir sobre eso en las próximas negociaciones. Nuestro principal objetivo ahora mismo son los rehenes civiles, los que corren más peligro, empezando por las mujeres y los niños y siguiendo por los hombres civiles. Y luego pasamos a los soldados.