Alemania se toma muy en serio la amenaza que plantea la Rusia de Vladimir Putin. El Gobierno del conservador Friedrich Merz ha aprobado un histórico aumento del gasto en defensa, acaba de dar luz verde a la vuelta al servicio militar, de momento voluntario, y se plantea la posibilidad de enviar tropas a Ucrania para contribuir a las garantías de seguridad una vez que se firme un acuerdo de paz. Es el inicio de una nueva era en la que Alemania asume que su liderazgo comporta también un giro en su política de defensa y seguridad. 

PUBLICIDAD

Merz es de los líderes europeos que apoya el aumento del gasto en defensa aprobado por la OTAN, no por conveniencia de Trump sino por necesidad frente a la amenaza rusa. En las antípodas del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Alemania triplicará en cuatro años su gasto en defensa: en 2029 serán 153.000 millones de euros, el 3,5% del PIB. Va a potenciar su industria de defensa, que cuenta con una de las empresas más punteras, Rheinmetall. Acaba de abrir una fábrica de munición en Unterlüss, que el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha elogiado por mostrar el camino hacia el fortalecimiento de la Alianza.

El mayor Ejército de Europa

La nueva Alemania deja atrás viejos tabúes. Este miércoles el Gobierno, formado por una coalición de la Unión (CDU y CSU) y los socialdemócratas, ha aprobado la reintroducción del servicio militar, pero con un carácter voluntario. El objetivo es que Alemania cuente con el mejor Ejército convencional de Europa, y para ello necesita más reclutas. La meta a corto plazo sería contar con 260.000 soldados activos, 80.000 más que ahora, y 200.000 reservistas. 

En el Ministerio de Defensa, el canciller Merz y el ministro Boris Pistorius, socialdemócrata, que actuaba de anfitrión, han coincidido en sus mensajes. "Por su tamaño y su capacidad económica Alemania tiene que tener el ejército convencional más grande de Europa", ha dicho Friedrich Merz. Pistorius ha aludido a la actual situación de seguridad internacional para justificar la vuelta al servicio militar. Para atraer a los jóvenes, algo que Pistorius considera fundamental, van a ofrecer un salario de 2.000 euros netos mensuales y prestaciones. Sería un éxito si se sumarán 15.000 jóvenes el primer año pero el objetivo es llegar a los 40.000 en 2031. Si no se consigue, no descartan que el servicio militar vuelva a ser obligatorio. 

¿Tropas alemanas en Ucrania?

En consonancia con este nuevo papel de Alemania en la seguridad de Europa se está planteando en la República Federal la cuestión de si habrá tropas de la Bundeswehr en suelo ucraniano después de la guerra. El canciller Merz asegura que Alemania está comprometida con la ayuda a Ucrania ahora y cuando necesite garantías de seguridad para evitar nuevos ataques de Rusia. 

Merz y el resto de líderes europeos considera fundamental que Ucrania cuente con esas garantías y que EEUU se implique pero Trump ya dejó claro en la cita que mantuvieron en Washington después de su encuentro con Putin en Alaska que el papel clave lo tendrán los europeos. EEUU podría contribuir de alguna forma pero sin tropas sobre el terreno. Quizá con apoyo aéreo.

De momento, Merz insiste en que la primera garantía sería que Ucrania conserve un Ejército fuerte, y que siga recibiendo entrenamiento militar de la OTAN. Es precisamente lo que crispa a Moscú. Putin demanda la "desmilitarización" de Ucrania, es decir, debilitar sus Fuerzas Armadas para que a medio plazo el país vecino acabe siendo un país vasallo. 

La mayoría de los alemanes, en contra

El canciller federal no descarta el envío de tropas, y se podría decir que lo ve necesario si Alemania desempeña un papel de liderazgo en Europa, pero considera que aún no ha llegado el momento de tomar esa decisión. Habrá tiempo de prepara a los ciudadanos. Según una encuesta del Bild, el 47% de los alemanes se oponen al envío de tropas a Ucrania, mientras que el 34% está a favor.

Casi dos tercios de los alemanes temen que la participación de soldados alemanes en una misión de seguridad en Ucrania convierta a su país en beligerante a ojos del Kremlin. En la Alemania oriental, que estuvo bajo la combinación soviética hasta la caída del Muro de Berlín, las tres cuartas partes de los ciudadanos lo ven como un paso hacia la guerra, según el semanario Focus

Ni siquiera hay una posición unánime en los dos partidos que forman parte del Gobierno. Entre los democristianos y socialcristianos los hay pragmáticos y los hay críticos. El líder del grupo parlamentario de la Unión, Jens Spahn, ha pedido moderación a los diputados conservadores, dado que no urge tomar posición. El ministro presidente de Baviera, Markus Söder, duda de la contribución que pudiera hacer el Ejército alemán, pero es prudente.

Para Johann Wadepuhl, ministro de Exteriores, de la CDU, Alemania ya realiza una gran aportación a la seguridad del flanco oriental con brigada alemana de 5.000 efectivos en Lituania. 

Quien rechaza incluso que se ponga sobre la mesa la cuestión es el ministro presidente de Sajonia, Michael Kretschmer. Sajonia es uno de los Länder del Este donde avanza con más fuerza la ultraderecha (AfD), radicalmente opuesta al envío de tropas. Hay diputados de la CDU que prevén que la AfD va a utilizar este tema para sumar votos. En algunos sondeos, la AfD ya es la primera fuerza política. En el Parlamento es la primera fuerza de la oposición. 

Los socialdemócratas se dividen también entre los que consideran que sería una consecuencia del compromiso internacional que está adquiriendo Alemania, entre los que estaría Boris Pistorius, aunque aún no se decante públicamente, y los que vienen del pacifismo o son filorrusos como lo es el ex canciller Gerhard Schröder, íntimo de Putin. Los Verdes estiman que aún estamos lejos de que pueda plantearse la cuestión de las garantías de seguridad, dado que Putin sigue empeñado en continuar la guerra. 

AfD quiere la reconciliación con Rusia

Coinciden en sus críticas a que Alemania envíe soldados a Ucrania la extrema derecha y la extrema izquierda. Alice Weidel, quien fue candidata a canciller de AfD, dice sin cortapisas que “Alemania necesita una reconciliación con Rusia y no una confrontación”. 

Para la Alianza Sahra Wagenknecht, que trató de crecer esgrimiendo un discurso aparentemente pacifista, que en realidad es apaciguador y filorruso, es una oportunidad de volver a estar de moda. Es una de las promotoras de una manifestación contra lo que consideran la política militarista del Gobierno federal que se celebrará el 13 de septiembre. En Die Linke hay quienes abogan por una fuerza de la ONU de 40.000 efectivos en la que participe incluso China, pero apuntan a que sería chocante ver a tropas alemanas "a las puertas de Stalingrado".

Cómo sería la misión

Para que se hiciera efectiva la decisión sobre el envío de tropas, primero tendría que plantearlo el Gobierno, y luego habría de aprobar la intervención el Bundestag. Sería suficiente con la mayoría de diputados que avala el Gobierno de CDU, CSU y SPD. 

Para que Alemania pudiera participar de alguna forma en una misión en Ucrania ha de lograr que su Ejército sea el mayor y mejor formados de Europa, como pretende Merz. Una misión en Ucrania, dado que su frontera con Rusia se extiende por 2.000 kilómetros, requeriría unos 150.000 efectivos en total, según un estudio de la Fundación de Ciencia y Política (SWP).

Actualmente, Alemania ya está al límite con la misión en Lituania, ya que estas misiones requieren rotación constante. El plan de refuerzo del Ejército es un paso fundamental para que la República Federal pueda plantearse el envío de tropas a Ucrania. 

PUBLICIDAD