"Es un día histórico", ha señalado Donald Trump al inicio de su rueda de prensa en la Casa Blanca junto al primer ministro Benjamin Netanyahu. La administración republicana ha difundido un plan para terminar la operación militar israelí en Gaza que contempla que "la guerra terminará inmediatamente", que incluye la liberación total de los rehenes -32 cadáveres y 20 secuestrados vivos- en un plazo de 72 horas tras la aceptación de ambas partes.

"Si ambas partes aceptan esta propuesta, la guerra terminará inmediatamente. Las fuerzas israelíes se retirarán a la línea acordada para preparar la liberación de los rehenes", apunta el plan. Trump asegura que ya cuenta con el sí de Israel. "Apoyo tu plan para acabar con la guerra en Gaza, que aborda nuestras preocupaciones", ha confirmado Netanyahu, que ha elogiado el liderazgo del republicano que "está cambiando el mundo para mejor" y "la cara de Oriente Próximo". La rueda de prensa ha concluido sin permitir preguntas de los periodistas.

Trump ha sido tajante al advertir de las consecuencias que podría enfrentar el movimiento islamista palestino si no acepta el acuerdo pactado por Trump con Israel y los países árabes pero sin participación alguna de los palestinos. "Si Hamás rechaza el acuerdo, Israel tiene todo mi apoyo para destruir Hamás", ha señalado Trump. "Si Hamás no acepta, Israel acabará su trabajo por sí solo. Se puede hacer de un modo fácil o duro", ha agregado Netanyahu, quien ha expresado en público sus disculpas por el ataque israelí contra Doha a principios de septiembre.

El plan "Nueva Gaza" de Trump incluye la retirada de las Fuerzas de Defensa de Israel y la desmilitarización de Gaza; la garantía de que los miembros de Hamás "que se comprometan con la coexistencia" recibirán amnistía. Trump liderará la "Junta de Paz", el organismo internacional encargado de asumir el control de la Franja con la participación del ex premier británico Tony Blair. "Un bello nombre que lo dirigiré yo pero no por mi petición porque yo estoy muy ocupado", ha apostillado. Tras la reforma de la Autoridad Palestina, "podrían darse las condiciones para el camino hacia la creación de un Estado palestino", señala el documento que establece que Hamás no tendrá papel alguno en el futuro de la Franja.

Trump ha agradecido a Netanyahu y también a líderes regionales como el emir de Qatar Tamim bin Hamad Al Zani, el príncipe heredero Mohamed bin Salman, el presidente de Emiratos Árabes Unidos Mohamed bin Zayed o los presidentes de Turquía Recep Tayip Erdogan o Egipto Abdelfatah al Sisi. "Son grandes tipos", ha dicho Trump. "Hemos discutido como terminar la guerra en Gaza pero es parte de una imagen más amplia, que es la paz en oriente próximo", ha comenzado diciendo en una rueda de prensa que ha arrancado con más de una hora de retraso.

"Cautelosamente optimistas". Así se reconocían horas antes de la rueda de prensa fuentes de la mediación árabe en conversación con El Independiente ante la posibilidad de un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás que EEUU considera "muy cerca", en medio de la expectación por la reunión que se celebra esta tarde de lunes en Washington entre Donald Trump y Benjamin Netanyahu.

Israel y el movimiento islamistas palestino Hamas están “muy cerca” de alcanzar un acuerdo marco destinado a poner fin a la guerra en Gaza. Así lo aseguró este lunes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt. En declaraciones a Fox News, Leavitt explicó que el presidente Donald Trump discutirá un plan de paz de 21 puntos con Netanyahu en la Casa Blanca. Según la portavoz, Trump también conversará durante la jornada con dirigentes de Qatar, país que ha actuado como mediador clave en los contactos indirectos entre Israel y Hamas. “Para lograr un acuerdo razonable, ambas partes deben ceder un poco y probablemente saldrán de la mesa un poco descontentas, pero esa es la forma en la que finalmente vamos a terminar con este conflicto”, dijo Leavitt.

El rol de Qatar y las conversaciones discretas

A pesar del ataque israelí que hace dos semanas golpeó a Qatar, la mediación qatarí ha sido fundamental para acercar posiciones, en coordinación con Egipto y Estados Unidos. Doha ha servido de canal para transmitir propuestas y condiciones entre Hamas y el Gobierno israelí.

Las delegaciones qataríes han intensificado sus contactos en las últimas semanas con líderes de Hamas en el exilio, al tiempo que buscan garantías de Israel sobre la entrada de ayuda humanitaria y la reconstrucción de la Franja de Gaza. Aún existen obstáculos en torno al levantamiento —total o parcial— del bloqueo sobre Gaza y la presencia de fuerzas internacionales que garanticen el alto el fuego.

En Israel, la noticia de un eventual acuerdo ha generado reacciones encontradas. Mientras el Gobierno de Netanyahu ve en el marco negociado una oportunidad para consolidar un alto el fuego y mejorar sus relaciones con la administración Trump, sectores de la derecha nacionalista rechazan cualquier concesión que implique reducir operaciones militares en Gaza.

El periodista israelí Amit Segal, uno de los analistas políticos más influyentes del país, ha asegurado en la red social X que "el fin de la guerra en Gaza podría estar finalmente a la vista". "La propuesta consiste principalmente en concesiones inmediatas por parte de Hamás y promesas israelíes orientadas al futuro", subraya.

Aunque la Casa Blanca no ha revelado detalles del documento, fuentes citadas por Reuters hablan de un borrador que contempla un alto el fuego inmediato y verificable, supervisado por observadores internacionales; la liberación gradual de rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos en cárceles israelíes; la entrada sostenida de ayuda humanitaria y materiales de reconstrucción bajo supervisión internacional; yna hoja de ruta para abordar el estatus político de Gaza, que incluiría mecanismos de autogobierno y coordinación con la Autoridad Palestina; y garantías de seguridad fronteriza para Israel, con cooperación de Estados Unidos y Egipto.

El plan de 21 puntos

De acuerdo con Al Yazira, dirigentes de Hamas han aceptado discutir un esquema de “alto el fuego por fases” siempre y cuando incluya compromisos claros sobre la reconstrucción y un alivio significativo al bloqueo israelí. El grupo islamista, sin embargo, mantiene reservas sobre cualquier arreglo que pueda debilitar su control en Gaza o fortalecer a la Autoridad Palestina en su detrimento.

Analistas en Doha advierten que la organización necesita mostrar logros tangibles ante la población gazatí tras meses de devastación, lo que podría empujarla a aceptar concesiones limitadas. Pero al mismo tiempo, corre el riesgo de ser acusada de capitular si se percibe que cede demasiado a las exigencias de Israel y Washington.

La Casa Blanca busca presentar el acuerdo como un logro histórico de la administración Trump, en sintonía con los esfuerzos previos para ampliar los Acuerdos de Abraham entre Israel y países árabes. Una solución en Gaza reforzaría, según la Casa Blanca, la imagen del presidente como artífice de un nuevo orden regional basado en alianzas de seguridad y cooperación económica.

“Este marco no resolverá todos los problemas de la noche a la mañana, pero establece un camino realista para poner fin a la violencia y construir una paz duradera”, dijo un alto funcionario estadounidense citado por Reuters. Quedan, no obstante, “brechas sustanciales”. Entre ellas, la desconfianza mutua entre Israel y Hamas, el rechazo de algunos sectores israelíes a liberar prisioneros palestinos y la incertidumbre sobre el rol de la Autoridad Palestina en una eventual administración de Gaza.