Los agentes de la brigada antimafias de Rabat, la capital de Marruecos, arrestaron este martes al narcotraficante Moussa Falkoun, más conocido como 'Moussa al Rifi', que estaba en paradero desconocido después de protagonizar una espectacular boda que pudo costar unos 7 millones de euros, celebrada a apenas 40 kilómetros de Melilla a finales de agosto. El enlace se convirtió en una cumbre de capos de todo el mundo de tal dimensión que el reino alauí se vio obligado a intervenir en una operación que acaba de culminar con el arresto del novio.

En este singular despliegue de seguridad, que puso fin a semanas de persecución, ha intervenido también la Dirección General de Vigilancia Territorial (DGST), según ha informado el aparato policial marroquí y ha confirmado dos fuentes a El Independiente. La operación policial se ha llevado a cabo en la ciudad de Salé, una localidad contigua a Rabat, "tras recibir información precisa que permitió localizar su escondite", indica un comunicado de las fuerzas de seguridad marroquíes.

Más de 50 órdenes de búsqueda y captura

Moussa lleva años participando en la cúspide del crimen organizado mundial y sobre él pesaban 51 órdenes de búsqueda de la policía nacional o la Gendarmería Real por delitos relacionados con el tráfico ilícito de drogas, ajustes de cuentas con armas de fuego y trata de seres humanos. Algunas fuentes lo sitúan como uno de los narcotraficantes que más droga movía desde Marruecos hacia Europa en todo el globo terráqueo y dicen que participaba también en delincuencia organizada dedicada a la inmigración ilegal.

Llevaba años operando con éxito, pero una ostentosa boda le puso en el foco nacional e internacional y provocó la intervención inmediata de Rabat. Tal y como detalló El Independiente, en el convite hubo kilos de langosta y marisco, lluvia de billetes de 50 euros, invitados con pasamontañas y armas, o una comitiva de todoterrenos y coches de lujo sin matrícula.

El evento se celebró en Segangán, una ciudad de Marruecos al oeste de Nador y muy cerca de la frontera con España. Hubo disparos al aire, guardaespaldas vestidos de esmoquin, fuegos artificiales e invitados arrojando billetes entre la multitud como en las fiestas de los príncipes del Golfo, además de actuaciones estelares como Dounia Batman, subcampeona de la primera temporada de Arab Idol -una suerte de Operación Triunfo que despierta pasiones en todo el mundo árabe y que retransmite la televisión saudí MBC-- y cuenta con 10 millones de seguidores; Adil El Miloudi, con 1,2 millones de suscriptores en Youtube, Badr Sultan, Cheb El Miloud y las veteranas Najat Aatabou y Zina Daoudia.

Los fastos fueron tan exagerados que llegaron a oídos de Abdellatif Hammouchi, jefe de la Dirección General de la Supervisión del Territorio (DGST), la inteligencia interna de Marruecos, y a última hora de la tarde la Policía Judicial de Casablanca lanzó dos redadas que culminaron con la detención de 34 personas, además de la incautación de las armas de fuego exhibidas durante la procesión nupcial.

No se capturó, sin embargo, a Moussa que quiso hacer parecer que se había fugado del país cuando, en realidad, seguía en el territorio. La 'narcoboda' condujo a investigaciones internas en las policías europeas (España, Bélgica o Francia comenzaron a compartir información) para dar con la medida de cómo había sido posible tal exhibición de dinero y poder al margen de la legalidad. Distintas fuentes españolas y marroquíes revelaron que al lugar se habían trasladado capos de todo el mundo y que el vecino alauí se estaba convirtiendo en refugio de los jefes del tráfico de estupefacientes.

Ahora, tras una "operación minuciosa en la que participaron elementos de la vigilancia del territorio nacional" han logrado dar con él. Fuentes de la investigación española aseguran que "la repercusión mediática" que este evento tuvo ha sido determinante en el empuje que Rabat le ha dado a este asunto, que realmente era un problema desde hace años y nunca se había actuado. Con la detención de Moussa Falkoun, los servicios de seguridad han puesto, dicen, punto y final a uno de los casos penales que más les ha preocupado en el último tiempo y se han mostrado dispuestos a combatir así el crimen organizado.