Varios cuerpos tendidos sobre el asfalto sin vida. Es una de las imágenes que desde la madrugada recorre las redes sociales en Marruecos, donde la quinta jornada de manifestaciones convocadas por colectivos juveniles acabó en duros enfrentamientos con la policía e intentos de asaltar comisarías y cuarteles de la Gendarmería Real. Al menos dos jóvenes perdieron la vida por los disparos “en legítima defensa” en Leqliaa, cerca de Agadir, a unos 650 kilómetros al sur de Rabat.

Las autoridades locales de la prefectura de Inezgan-Ait Melloul reconocieron que los efectivos de la Gendarmería habían abierto fuego para repeler el ataque. Los disparos también hirieron a un número aún por determinar de asaltantes. La versión oficial asegura que los atacantes intentaron apoderarse de municiones, equipo y armas de servicio del personal de la Gendarmería.

Un edificio arrasado por la violencia en la ciudad marroquí de Salé. | Efe

El aparato policial marroquí dice que abrió fuego "en legítima defensa"

"Los efectivos de la Gendarmería de Laqliaa se vieron obligados a usar sus armas de servicio en la noche del miércoles 1 de octubre de 2025 en legítima defensa para repeler un ataque y asalto a una comisaría de la Gendarmería Real", señalaron las citadas fuentes en una señal más de la intensificación de los disturbios que han dejado cientos de manifestantes detenidos y heridos.

Tras la rápida difusión de los hechos en las redes sociales, el aparato policial alauí ha tratado de contener la situación señalando a los jóvenes y acusándoles de “apedrear y asaltar la comisaría”. “Inicialmente los agentes lograron dispersarlos mediante gases lacrimógenos. Sin embargo, los atacantes, reforzados por un numeroso grupo de alborotadores, atacaron de nuevo el puesto de la Gendarmería Real, armados con armas blancas", indicaron. Los atacantes lograron apoderarse de un vehículo y cuatro motos de esta fuerza.

El vehículo y una parte del edificio de la comisaría fueron incendiados. “Intentaron robar municiones, material y armas de servicio de los miembros de la Gendarmería Real”, agregaron. Se ha iniciado una investigación judicial bajo la supervisión de la fiscalía competente con el fin de esclarecer todas las circunstancias que rodean estos hechos, identificar a todas las personas implicadas en estos actos delictivos y determinar las consecuencias jurídicas que procedan”, apuntan las autoridades locales.

Balance provisional: más de 400 detenidos y 260 agentes heridos

La noche del miércoles al jueves ha sido la más violenta desde que el sábado se iniciaran unas manifestaciones convocadas por La Voz de la Juventud Marroquí y Gen Z 212 en protesta por la inversión del país vecino en fastuosos estadios para el Mundial de fútbol que coorganiza con España y Portugal mientras se deterioran los pésimos servicios públicos como la educación y la sanidad y la corrupción se propaga por las élites del régimen. En las últimas horas varias localidades en Marruecos han sido escenario de actos de vandalismo y choques con la policía que han dejado mobiliario urbano destrozado, coches quemados y locales incendiados.

En Salé, una localidad contigua a Rabat, la ira se cebó con la fachada de un centro comercial o una sucursal bancaria -que acabó incendiada-. En el poblado de Sidi Taibi, a unos 37 kilómetros al norte de Rabat, un grupo de personas apedrearon un autobús y atacaron una agencia bancaria, según informa Efe.

Hasta la noche del miércoles, el balance oficial mostraba la magnitud de las protestas que recorren el país vecino, la más multitudinarias de los últimos años: 263 agentes heridos de diversa gravedad; 142 vehículos de las fuerzas del orden y 20 turismos incendiados; y 409 personas detenidas por orden de la fiscalía. Aunque, los incidentes del último día, el número real de arrestados podía ser mucho mayor.

Las autoridades marroquíes han denunciado que “algunas manifestaciones degeneraron en concentraciones violentas, poniendo en grave peligro la seguridad pública”. “Algunas personas utilizaron armas blancas, cócteles Molotov y piedras, lo que provocó”, deslizaron mientras prometen mano dura para reprimir la indignación popular y castigar a los participantes. Un responsable de la Fiscalía marroquí advirtió ayer miércoles que las fiscalías de los distintos tribunales del país actuarán con la máxima "firmeza" ante los actos de vandalismo, incendios y violencia con sanciones "ejemplares", que pueden llegar a penas de hasta 20 años de prisión y en caso de agravantes, a cadena perpetua.