El Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado este viernes la resolución que renueva por un año la Misión de la ONU para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), en mitad de las presiones de EEUU y Marruecos para enterrar el derecho a a la autodeterminación del Sáhara Occidental, la otrora provincia española ocupada ilegalmente desde 1975 por Rabat. No obstante, varios estados miembro -incluso los que han aprobado el texto como Eslovenia, Pakistán, Dinamarca o Corea del Sur- han insistido en que el texto -que ha sido objeto de tres reuniones durante una semana- no puede imponer una solución al conflicto en contra de la voluntad del pueblo saharaui y que no altera el status del Sáhara como territorio no autónomo pendiente de descolonización.
Estados Unidos ha logrado que salga adelante el texto con el apoyo de 11 miembros del Consejo de Seguridad y la abstención de Pakistán, Rusia y China. Moscú y Pekín, miembros permanentes, han optado por no usar su poder de veto. Argelia no ha participado en la votación. Washington ha llamado a "entablar conversaciones serias utilizando la propuesta de autonomía creíble y realista de Marruecos como única base para una solución justa y duradera de la controversia".
La resolución muestra su apoyo al Secretario General de la ONU y a su enviado personal para que se mantengan negociaciones "sin condiciones previas" tomando como base la propuesta de autonomía marroquí y, al mismo tiempo, previendo "la libre determinación" del pueblo saharaui.
La resolución acoge con beneplácito "cualquier sugerencia constructiva de las partes en respuesta" al plan que Marruecos planteó en 2007, respaldado en 2020 por la Administración de Donald Trump, y que no especifica cómo sería esa "región autónoma del Sáhara" más allá de que dispondría de competencias administrativas, judiciales y económicas propias.
"Estados Unidos acoge con satisfacción la histórica votación de hoy, que aprovecha este momento único y aprovecha el impulso para lograr una paz largamente esperada en el Sáhara Occidental", se ha jactado el representante de EEUU en el Consejo de Seguridad de la ONU. La administración Trump insiste en que el texto aprobado debe abrir ahora paso a las negociaciones entre Marruecos y el Frente Polisario bajo la propuesta de autonomía presentada por Rabat en 2007, un documento de tres folios nunca desarrollado por el régimen alauí.
"El presidente Trump se muestra resuelto en su apoyo a la paz. Estamos profundamente comprometidos con el apoyo a una solución mutuamente aceptable en el Sáhara Occidental, y estamos profundamente comprometidos con la resolución de esta cuestión de larga data. Instamos a todas las partes a que aprovechen las próximas semanas para sentarse a la mesa y entablar conversaciones serias utilizando la propuesta de autonomía creíble y realista de Marruecos como única base para una solución justa y duradera de la controversia", ha insistido el diplomático estadounidense. "Creemos que la paz regional es posible este año, y haremos todo lo posible para facilitar el progreso hacia este objetivo común de paz y prosperidad para el pueblo del Sáhara Occidental", ha concluido.
Argelia lamenta "la oportunidad perdida"
Por su parte, el representante argelino en el Consejo de Seguridad ha lamentado que el texto supone "una oportunidad perdida" para haber logrado la reanudación de las conversaciones entre ambas partes. "Argelia ha querido ilustrar la distancia que ponemos entre nosotros y un texto que no refleja suficientemente la doctrina de las Naciones Unidas con respecto a la descolonización. Es la aplicación de esa doctrina la que ha permitido que varios países estén representados aquí entre nosotros en la Organización de las Naciones Unidas. ¿Es necesario siquiera recordarlo? La decisión final sobre el futuro no puede, ni debe, pertenecer a nadie más que al pueblo sometido a la dominación colonial", ha criticado.
"A este respecto, permítanme citar aquí al presidente Woodrow Wilson de los Estados Unidos de América. Quien afirmó: 'Los pueblos no deben ser transferidos de una soberanía a otra por una conferencia internacional o un acuerdo entre rivales y antagonistas. Se deben respetar las aspiraciones nacionales. Los pueblos solo pueden ser dominados y gobernados con su propio consentimiento. La autodeterminación no es una mera frase. Es un principio de acción imperativo'", ha señalado el representante argelino.
Argel reconoce, no obstante, que "se han introducido mejoras sustanciales en el texto inicial" propuesto por la administración Trump. "En primer lugar, al recordar los parámetros fundamentales de una solución justa y duradera al conflicto del Sáhara Occidental. A continuación, al consagrar el derecho inalienable del pueblo del Sáhara Occidental a la autodeterminación. Por último, al involucrar a las dos partes, el Reino de Marruecos y el Frente Polisario, en negociaciones de buena fe sin condiciones previas bajo los auspicios de las Naciones Unidas. Pero, lamentablemente, el texto que finalmente se presentó sigue adoleciendo de una serie de deficiencias. Está por debajo, diría yo, de las expectativas y las legítimas aspiraciones del pueblo del Sáhara Occidental representado por el Frente Polisario".
"Este pueblo que, durante más de 50 años, ha resistido para poder decidir por sí mismo, para poder decidir sobre su propio futuro. ¿Qué es lo que falta en este texto? Aunque el objetivo es común, a saber, encontrar una solución duradera, justa y mutuamente aceptable que garantice el derecho del pueblo del Sáhara Occidental a la autodeterminación, la forma en que se va a lograr, plantea preguntas legítimas", ha señalado el diplomático argelino.
"El complicado marco de la negociación propuesta, que antepone una opción a otras, impide la creatividad y la flexibilidad necesarias para alcanzar un acuerdo libremente consentido, de conformidad con la doctrina de las Naciones Unidas en materia de descolonización. Además, este texto crea un desequilibrio entre las dos partes en conflicto al destacar simplemente las ambiciones territoriales de una de ellas y no decir nada sobre las aspiraciones de la otra. Esa parte es el pueblo saharaui, que reclama su libertad. Prueba de ello es que este texto ignora las propuestas del Frente Popular para el Liberación del Sáhara, que, sin embargo, fueron recientemente transmitidas al Secretario General de las Naciones Unidas y al Consejo de Seguridad. Son una de las partes en conflicto y su opinión debe ser escuchada, si no tenida en cuenta", ha pedido Argel.
"Este texto plantea cuestiones jurídicas, cuestiones serias y legítimas con respecto a la base jurídica del marco de negociación que se propone para resolver el conflicto del Sáhara Occidental. Piensen por un momento que este marco se replicara en otras zonas de conflicto en Europa, América, Asia y África. Si fuera uno de los principales pilares del orden internacional, se dividiría peligrosamente. Señor Presidente, sin duda necesitábamos hacer un último esfuerzo, un esfuerzo necesario e importante, pero con mayor flexibilidad, creatividad y diplomacia. Si hubiéramos logrado un resultado satisfactorio en la negociación de esta resolución, esta situación habría permitido poner en marcha, en breve tiempo, un proceso político dinámico sobre una base sólida, incluyendo a todas las partes interesadas, con el objetivo final de lograr, de una vez por todas, la descolonización del Sáhara Occidental, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas, ha denunciado el diplomático argelino. "Una solución duradera solo puede venir del respeto al derecho de la población saharaui a decidir libremente su destino. Es la única paz genuina", ha agregado. "Argelia sigue creyendo en los principios del capítulo de la ONU. Argelia siempre estará preparada para cualquier negociación basada en la imparcialidad y la justicia con una solución duradera para el Sáhara Occidental", ha concluido.
Como era previsible, Francia ha sido uno de los países que más fervientemente ha celebrado la resolución frente a un Reino Unido que ha mencionado el derecho de "libre determinación" de los saharauis. "Para Francia, el presente y el futuro del Sáhara Occidental se inscriben en el marco de la soberanía marroquí. Nuestro apoyo a la autonomía bajo soberanía marroquí propuesta en 2007 es claro e inquebrantable. La autonomía bajo la soberanía marroquí es el único marco para llegar a una solución política que sea justa, duradera y negociada de conformidad con las resoluciones aprobadas por este Consejo. El consenso internacional en este sentido es cada vez más amplio. Es importante que el Consejo aproveche este impulso, como lo hace ahora con esta resolución, y esto es un éxito colectivo. Francia cree que es posible una solución política mutuamente aceptable", ha alegado.
Rusia y China dudan de la efectividad de la resolución
Dinamarca ha insistido en que su posición permanece invariable: "Nuestro voto a favor de la resolución de hoy no constituye un reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sáhara Occidental, ya que cualquier solución debe ser acordada entre las partes de conformidad con la Carta y los principios de las Naciones Unidas, incluido el derecho a la libre determinación".
En una línea similar, Eslovenia ha declarado: "El derecho a la autodeterminación, en pocas palabras, la libertad de elegir por uno mismo, está consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. Es un derecho que no puede ser arrebatado a ningún pueblo, ni por el Consejo de Seguridad ni por los Estados miembros. Celebramos que este derecho se reconozca y garantice claramente en la resolución de hoy. También tenemos claro que no interpretamos el texto aprobado hoy como una decisión sobre la cuestión de la soberanía. Mi delegación sigue considerando el Sáhara Occidental como un territorio no autónomo".
Pakistán, que se ha abstenido, ha dicho apoyar "una resolución política justa, duradera y mutuamente aceptable, sin condiciones previas, que garantice la realización del derecho a la libre determinación y tenga en cuenta las posiciones de todas las partes, de conformidad con las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad y las recomendaciones del Secretario General de las Naciones Unidas y su enviado personal". "Sin embargo, esta resolución no aborda plenamente estos importantes principios, que siguen siendo fundamentales para facilitar una solución mutuamente aceptable. Para nosotros, el principio fundamental de la autodeterminación consagrado en la Carta de las Naciones Unidas y basado en el derecho internacional es y seguirá siendo siempre sacrosanto e inviolable".
Por su parte, Rusia ha asegurado no haber podido apoyar "un texto tan desequilibrado". "También nos sorprendió el enfoque de los redactores, que decidieron utilizar el Consejo de Seguridad para impulsar su posición nacional. Se trata de una desviación drástica de la práctica del Consejo, según la cual los redactores deben buscar diligentemente un consenso que tenga en cuenta las posiciones de todos los miembros. Es revelador que, por segundo año consecutivo, nuestros colegas estadounidenses no se atrevan a debatir en detalle el texto sobre el Sáhara Occidental en el pleno del Consejo". Moscú ha vaticinado que el texto "no descongelará el conflicto que lleva varias décadas latente". "Esperamos que el enviado personal, Stefan de Misturo, haga todo lo posible para garantizar que, en las nuevas condiciones, las partes implicadas alcancen lo antes posible una decisión mutuamente aceptable, que permita al pueblo del Sáhara Occidental ejercer libremente su derecho inalienable a la autodeterminación. Dicha decisión debe estar en consonancia con los principios de la Carta de las Naciones Unidas y con las decisiones anteriores adoptadas por el Consejo de Seguridad sobre el Sáhara Occidental".
China ha señalado, por su parte, que "durante las consultas sobre el proyecto de resolución, varios miembros del Consejo, entre ellos China, aportaron numerosas contribuciones constructivas con la esperanza de elaborar un texto más equilibrado y justo, que respetara las preocupaciones legítimas de todas las partes implicadas en la cuestión del Sáhara Occidental y las de todos los miembros del Consejo". "Lamentablemente, la resolución no logró equilibrar adecuadamente y tener en cuenta las preocupaciones de todas las partes y no refleja objetivamente todas las propuestas. Por lo tanto, China se vio obligada a abstenerse en la votación. La posición de China sobre la cuestión del Sáhara Occidental es coherente y clara. Consideramos que una solución política es la salida fundamental. Las Naciones Unidas son el canal principal y las resoluciones pertinentes del Consejo de Seguridad son una base importante. El diálogo y la negociación son el enfoque adecuado. China espera que las partes interesadas alcancen una solución política justa, duradera y mutuamente aceptable mediante consultas en pie de igualdad, garantizando así que el pueblo del Sáhara Occidental ejerza su derecho a la libre determinación en virtud de acuerdos coherentes con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas".
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
hace 12 minutos
Al leer esta información cabe preguntarse lo siguiente: si varios países manifestaron en la reunión del Consejo de Seguridad que el pueblo saharaui tiene derecho a la autodeterminación (que para serlo real debería incluir la independencia), ¿por qué ninguno ha votado en contra de una resolución que les deja como ÚNICA opción
decidir si les gusta la autonomía dentro de un Marruecos que hasta ahora ha tratado de acabar con ellos por los más diversos medios?
Hoy, sin duda, es un día muy triste para el derecho internacional. Un pueblo noble y con una trayectoria ejemplar de lucha en defensa de sus derechos, ha sido pisoteado por este nuevo «orden» mundial que trata de imponer un personaje de la bajeza moral de Donald Trump con el beneplácito o la cobarde sumisión del resto de países.
¡Qué porquería de mundo!