"Polonia está haciendo frente a actos de sabotaje sin precedentes en su historia más reciente". Así de contundente se ha mostrado el ministro del Interior, Marcin Kierwiński en sus redes sociales en relación a los daños sufridos en la vía férrea entre Varsovia y Lublin, en la ruta de ayuda a Ucrania. El primer ministro polaco, Donald Tusk, se ha trasladado a Milka, donde ha inspeccionado uno de los tramos afectados, y allí ha prometido que se detendrá a los responsables. El objetivo era "con toda probabilidad hacer volar un tren", según ha dicho Tusk.
En la mañana del lunes se ha celebrado una reunión de emergencia sobre los incidentes en las vías férreas con los ministros de Justicia, Transporte, y representantes de la Policía y de los servicios de seguridad. El ministro de Servicios de Seguridad de Polonia, Tomasz Siemoniak, ha indicado que la probabilidad de que los incidentes estuvieran inspirados por servicios de inteligencia extranjeros se consideraba «muy alta". Más tarde ha puntualizado: "Estamos tratando con los servicios [de inteligencia] de un Estado extranjero, y no con una banda de ladrones de chatarra".
En un video en X, Tush ha señalado: "Lamentablemente, no hay ninguna duda de que estamos ante un acto de sabotaje. Afortunadamente no ocurrió una tragedia, pero el asunto es muy grave". Y añadió en otro mensaje que "volar la vía ferroviaria en la ruta Varsovia–Lublin es un acto de sabotaje sin precedentes que atenta directamente contra la seguridad del Estado polaco y de sus civiles".
El primer ministro polaco ha explicado en el vídeo que podría haber ocurrido "un incidente similar también al sur de este lugar, en la misma línea ferroviaria, donde también hubo un intento de desestabilizar y destruir la infraestructura ferroviaria". El tráfico por tren se ha suspendido en esa ruta de momento.
Una ruta por la que pasan 115 trenes al día
En una rueda de prensa, el ministro del Interior, Marcin Kierwiński, se ha referido a "dos actos de sabotaje este fin de semana", uno confirmado y otro "muy probable", que afectaron a la misma línea ferroviaria. En el primer incidente, ocurrido el domingo por la mañana cerca de la localidad de Mika, las autoridades confirmaron daños en un tramo de vía como consecuencia de una explosión.
Por otra parte, se informó de un segundo incidente cerca de Puławy el domingo por la noche, donde los daños en la catenaria obligaron a detener de emergencia un tren de pasajeros que transportaba a 475 pasajeros, con más informes de una posible obstrucción en las vías. Este suceso aún se está investigando. Los dos incidentes se han producido en una vía por la que se transporta la ayuda a Ucrania. Pasan unos 115 trenes al día. No se han registrado heridos en ninguno de los dos incidentes.
La Policía, los servicios de emergencia, la Fiscalía y agentes de la Agencia de Seguridad Interna (ABW) y la Oficina Central de Investigación Policial (CBŚ) investigan en estos momentos el asunto con la máxima prioridad, según informa la agencia Efe.
El ministro de Defensa polaco, Władysław Kosiniak-Kamysz, ha anunciado que las Fuerzas Armadas inspeccionarán aproximadamente 120 kilómetros de vía férrea entre el tramo afectado por el sabotaje y la frontera con Ucrania en Hrubieszów.
Objetivo de la guerra híbrida de Rusia
Aún no se ha identificado al posible autor o autores, aunque algunas figuras de la coalición gobernante han señalado el hecho de que Polonia ha sufrido recientemente varios actos de sabotaje llevados a cabo por agentes que trabajan en nombre de Rusia.
En 2023, 16 miembros de un grupo que operaba en nombre de Rusia fueron encarcelados. Entre otros objetivos, habían planeado volar trenes de ayuda con destino a Ucrania.
El mes pasado, se abrió una investigación después de que se encontrara un vagón de carbón de 20 toneladas desprendido de su tren en una línea muy transitada en Katowice, en el sur de Polonia. Otros países también han informado de sabotajes ferroviarios, y el ministro de Transporte checo advirtió el año pasado que Rusia había realizado "miles" de intentos de interferir en las redes ferroviarias europeas.
Los servicios de seguridad polacos dijeron el mes pasado que habían detenido a otras ocho personas acusadas de trabajar para Rusia, entre ellas algunas que supuestamente vigilaban instalaciones militares. El Ministerio del Interior afirmó que recientemente se había detenido a un total de 55 personas por actividades ilegales en nombre de Rusia.
A principios de este año, las autoridades polacas afirmaron haber detectado un intento de interrumpir el suministro de agua a una importante ciudad polaca mediante el pirateo de sus sistemas informáticos.
Durante el último año, Polonia también ha ordenado el cierre de dos consulados rusos y ha expulsado a varios diplomáticos rusos y bielorrusos acusados de colaborar en complots de sabotaje. El viceministro del Interior, Maciej Duszczyk, ha dicho que aún no se puede apuntar a Rusia pero tampoco se descarta.
Polonia es uno de los objetivos principales de la guerra híbrida de Rusia y de su fiel aliada, Bielorrusia. El 10 de agosto varios cazas de la OTAN interceptaron al menos tres drones rusos de los 20 que violaron el espacio aéreo polaco. Era un intento claro de poner a prueba a la OTAN, con una provocación a uno de sus más fieles aliados. Desde Bielorrusia, en diversas ocasiones se ha ayudado a inmigrantes de Irak, Siria o Afganistán, a cruzar la frontera y por ello solo se mantiene abierto el paso de Terespol.
Para Rusia, Polonia, gran conocedora de la mentalidad del Kremlin por su experiencia histórica, es la encarnación del enemigo: un país que estaba en la órbita soviética y se ha convertido en una potencia próspera en la Unión Europea y un aliado ejemplar. Sería la peor de las pesadillas de Putin que Ucrania siguiera esa estela.
Te puede interesar
Lo más visto