La Corte Suprema de Brasil ha impuesto cinco nuevas medidas cautelares contra el expresidente Jair Bolsonaro en el marco de la investigación que lo señala como presunto líder de un complot golpista para mantenerse en el poder tras las elecciones de 2022. Las medidas, dictadas este viernes en una pieza separada del proceso principal, se basan en indicios de coacción, obstrucción de la justicia y atentado a la soberanía nacional, según el alto tribunal.

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Entre las medidas adoptadas figura la colocación de una tobillera electrónica para permitir el monitoreo constante del exmandatario, de 70 años, después de que la Policía Federal haya detectado riesgo de fuga en varias de sus declaraciones recientes.

Bolsonaro deberá cumplir además un régimen parcial de reclusión domiciliaria: de lunes a viernes no podrá salir de su casa entre las 19.00 y las 06.00 horas, mientras que durante los fines de semana y días festivos la restricción se aplicará de forma continuada. Su residencia en Brasilia ha sido registrada este viernes por agentes federales, que se han incautado de un teléfono móvil, una memoria USB hallada en el baño y más de 14.000 dólares en efectivo. También han encontrado una copia impresa de una demanda de la plataforma Rumble contra el magistrado Alexandre de Moraes, relator del caso.

El Supremo ha prohibido igualmente al expresidente el uso de redes sociales, de forma directa o a través de terceros. Para el tribunal, las publicaciones de Bolsonaro evidencian una intención deliberada de obstaculizar el proceso. La investigación sostiene que el exmandatario habría solicitado públicamente al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que adoptara medidas dirigidas a interferir ilícitamente en la justicia brasileña.

Aislamiento preventivo

El expresidente tampoco podrá mantener contacto con embajadores o diplomáticos de otros países, ni comunicarse con los demás investigados por el intento de golpe, entre ellos su hijo, el diputado Eduardo Bolsonaro. Este último se encuentra en Estados Unidos desde marzo y, según la Fiscalía, ha mantenido encuentros con funcionarios de la Casa Blanca para pedir sanciones contra agentes públicos brasileños.

Además, Bolsonaro deberá mantenerse a una distancia mínima de 200 metros de cualquier sede diplomática. La medida responde al precedente de febrero pasado, cuando el exmandatario permaneció dos días en la embajada de Hungría en Brasilia, poco después de que la Justicia ordenara la entrega de su pasaporte. La Corte ha advertido que cualquier incumplimiento de las medidas impuestas podrá conllevar el ingreso en prisión del expresidente, cuya causa por golpismo se encuentra ya en su fase final.

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