La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, ha decidido imponer un toque de queda nocturno en el centro de la ciudad, mientras miles de manifestantes protestaban en sus calles para expresar su desacuerdo con las redadas contra inmigrantes del presidente del país, Donald Trump. La política ha justificado la medida asegurando que las manifestaciones han provocado violencia y vandalismo "significativos" y que 23 negocios de la ciudad han sido saqueados, y que los graffitis han provocado daños importantes en parte del centro.
"El toque de queda ha sido considerado durante varios días, pero claramente, después de la violencia que tuvo lugar anoche, 23 negocios saqueados, y ya sólo ante la naturaleza extensa y generalizada del vandalismo, llegamos a un punto de inflexión y declaramos el estado de emergencia y pedimos el toque de queda", ha dicho la alcaldesa en una rueda de prensa.
La restricción ha llegado tras cinco días de protestas en la ciudad y ha entrado en vigor esta noche a partir de las 20.00, hora local, hasta las 6.00 del miércoles, y abarca aproximadamente un área de 2.5 kilómetros cuadrados. Bass ha asegurado que aún no se ha definido cuánto tiempo permanecerá en vigor el toque de queda, aunque se prevé que se extienda por varios días.
Al mismo tiempo, la alcaldesa ha criticado la decisión de Trump de enviar a cientos de marines y 4.000 agentes de la Guardia Nacional, una fuerza del Ejército reservada para ocasiones muy concretas y que debe activar el gobernador del estado -no ha pasado así esta vez-, porque cree, como el Gobierno del estado, que la policía local y estatal habría sido suficiente para hacer frente a los disturbios.
El jefe del Departamento de Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, ha informado de que los únicos exentos del toque de queda son residentes dentro del área designada, personas sin hogar, personal de medios de comunicación acreditados y los trabajadores de seguridad pública y servicios de emergencia. También ha señalado que este martes han sido detenidas 67 personas por bloquear "ilegalmente" la Autopista 101 durante la quinta jornada de manifestaciones en el centro de la ciudad.
Las protestas se han extendido este martes a otras ciudades, y este miércoles hay más manifestaciones convocadas en ciudades como Seattle (Washington), San Luis (Misuri) e Indianápolis (Indiana). En un discurso esta tarde -la noche del miércoles en la España peninsular- Trump ha amenazado con reprimir con la misma o más fuerza que en Los Ángeles las nuevas protestas, pero al mismo tiempo los medios de comunicación estadounidenses recuerdan que concentrarse y protestar es un derecho protegido por la Constitución del país.
Cuando se terminó de redactar este artículo, cientos de personas habían sido arrestadas en el marco de las protestas: al menos 330 en Los Ángeles, 240 en San Francisco (ambas, en California) y una docena en Austin (Texas). Por eso, ahora el miedo de Trump es que las protestas se extiendan a Washington el sábado, cuando pretende llevar a cabo un importante desfile militar por el 250 aniversario del Ejército americano, y que además coincide con su 79 cumpleaños.
En paralelo, un juez de California ha convocado una audiencia para este jueves después de que el Gobierno del estado le pidiese restringir el uso por parte de la Administración Trump de los marines y la Guardia Nacional en la ciudad de Los Ángeles.
"La democracia está siendo atacada delante de nuestros ojos"
Esta misma tarde, el gobernador de California, Gavin Newsom, ha dado un discurso en televisión en el que ha alertado de que Trump está destrozando la democracia del país. "California puede que sea la primera, pero esto no terminará aquí. Otros estados llegarán después. La democracia es lo siguiente. La democracia está siendo asaltada justo delante de nuestros ojos, el momento que temíamos ha llegado", ha dicho el político, que ha demandado al presidente del país por el envío del Ejército para reprimir las protestas que están teniendo lugar en su estado.
"Trump está desplegando una redada militar en todo Los Ángeles. Mucho más allá de su intención de perseguir a delincuentes violentos y peligrosos, sus agentes están arrestando a trabajadores que se dedican a lavar platos, a jardineros, agricultores y costureras. "Los regímenes autoritarios comienzan yendo a por las personas que son menos capaces de defenderse. Pero no paran ahí. Trump y sus leales prosperan gracias a la división de otros, porque les permite tomar aún más poder y ejercer aún más control".
1 Comentarios
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hace 7 horas
Parece que le va saliendo bien a Trump