Hace un año, la mayor preocupación que sobrevolaba la cumbre de la OTAN que se celebró en Washington era si unos meses después Estados Unidos continuaría formando parte de la Alianza. Era el mes de julio, quedaban cuatro meses para las elecciones presidenciales americanas y el entonces candidato del Partido Republicano, Donald Trump, no paraba de amenazar con que saldría de la organización si ganaba las elecciones y si los miembros no pagaban lo suficiente. En un mitin en febrero del año pasado, aseguró que dejaría que Rusia hiciese "lo que les dé la gana" si los países de la OTAN no dedicaban el presupuesto necesario.
Hoy Trump es presidente de Estados Unidos por segunda vez, y nada apunta a que continúe pensando en salir del club de países. Muy al contrario, esta semana ha asistido a la cumbre de La Haya sin pronunciar amenazas de ese estilo. Ahora la preocupación es otra: ahora Trump está convencido de que los miembros de la Alianza tienen que gastar más en defensa, pero ya no el 2% del PIB del que se hablaba en la cumbre anterior, sino un 5%.
España ha decidido dejar claro en público que no está de acuerdo con llegar a esa cifra, siendo el único país que ha adoptado esa posición, y Trump ha respondido amenazando con imponer el doble de aranceles al país. Sin embargo, al mismo tiempo el presidente español, Pedro Sánchez, ha firmado el acuerdo en el que se establece que los aliados deben aumentar su gasto en defensa hasta el 5% del PIB a lo largo de la próxima década. En la cumbre de 2014, se acordó llegar al 2% antes de 2024, pero nueve aún no cumple, incluida España, que actualmente emplea alrededor de un 1,28% en defensa.
“Les haremos pagar el doble. Es en serio. Quieren ir de gorra”
"¿Sabéis lo que vamos a hacer? Estamos negociando con España un acuerdo comercial y les haremos pagar el doble. Es en serio", ha dicho el presidente estadounidense a los periodistas al final de la cumbre. "Me gusta España. Es un gran país y son gente grande. Pero es el único país que se niega a pagar. Quieren ir de gorra. Pero van a devolvernos el favor con el comercio, porque no voy a permitir que eso suceda. Es injusto para la OTAN".
"Lo que ha hecho España es terrible. Esa economía podría venirse abajo. España es el único país que no está pagando", ha añadido el mandatario estadounidense. "Voy a negociar directamente con España, lo voy a hacer yo. Van a pagar, díganselo".
Sin embargo, no está claro de qué manera Trump podría castigar únicamente a España, que es parte de la Unión Europea y por tanto negocia las cuestiones comerciales con Estados Unidos como un bloque. Trump ya había dicho antes de llegar a La Haya que la OTAN tenía "problemas" con España por el tema del gasto, evidenciando que cargaría contra el país, pero en ningún momento ha concretado sus amenazas, más allá de esa referencia muy general a los aranceles.
Hay que tener en cuenta que es habitual que Trump utilice los aranceles como una espada sobre la cabeza de sus adversarios, simplemente como una manera de conseguir lo que quiere, sin tener que llegar a aplicar aquello con lo que ha amenazado. Sabemos que en multitud de ocasiones no cumple con lo que promete: de hecho, en las redes sociales en Estados Unidos se ha extendido llamar al presidente TACO, un acrónimo que significa Trump Always Chickens Out, algo así como Trump siempre se acobarda.
El mote surge de la multitud de ocasiones en las que ha asegurado que impondría un castigo monumental sobre un país, un sector o un grupo concreto y finalmente ha decidido no hacerlo. El presidente siempre trata de buscar una justificación: o bien intenta convencer de que ha conseguido lo que quería, aunque no lo haya hecho o solo lo haya hecho en parte, o asegura que solo ha decidido alargar los plazos para tener más tiempo para negociar -como en el caso de los aranceles-, y así va dando patadas al balón hacia delante.
Le pasó con los aranceles tanto los de Canadá y México como los dirigidos al resto del mundo, que ahora están en pausa, y ha sucedido lo mismo incluso con la decisión de atacar las instalaciones nucleares de Irán, que Trump ha tratado de vender como absolutamente en consonancia con su promesa de convertirse en el presidente estadounidense más pacificador de la historia, y pese a que sus propios informes de inteligencia apuntaban a que Irán no estaba a punto de conseguir la bomba nuclear.
En parte, Trump podría haber tomado la decisión de amenazar a España porque le convenía cambiar el foco de atención a otro sitio, de manera similar a Sánchez, quien también ha preferido ir al choque contra el estadounidense y conseguir así un papel protagonista que seguir acaparando toda la atención por los casos de corrupción que están asolando su partido.
Por eso, el americano ha vendido la cumbre como un éxito, pese a la postura española. "Es una victoria monumental para Estados Unidos, porque estábamos cargando con mucho más que nuestra parte justa, lo que es bastante injusto, realmente", ha remarcado, a la vez que lo calificaba de “victoria monumental para EEUU” y de “hito histórico”. Mientras, el secretario general de la Alianza, Mark Rutte, respiraba aliviado, puesto que su único objetivo en esta cumbre era contentar a Trump y asegurarse de que EEUU continúe en la Alianza, evitando así que piense en retirar tropas de Europa.
Aranceles a productos que España exporta
Lo que está claro es que la OTAN no es una profesora de colegio, ni el padre de cada uno de sus miembros. No puede obligarles a firmar unos objetivos, ni a llegar a ellos incluso si los han firmado. La idea de la Alianza es más filosófica: si todos estamos de acuerdo, será más fácil conseguir avances, aunque algunos no puedan, o no quieran cumplirlos. Y por eso Trump necesita utilizar sus propios métodos para presionar para conseguir lo que quiere.
Y aunque Trump no puede imponer aranceles solo a productos españoles porque en materia comercial la Unión Europea actúa como un bloque, sí podría gravar productos que sobre todo España exporta a Estados Unidos, aunque la norma que firme vaya dirigida a toda la UE. Desde 2018, Estados Unidos impone un arancel del 35% a la aceituna negra, una medida contra la que según la Asociación Española de Exportadores e Industriales de Aceituna de Mesa (ASEMESA) ha provocado una merma de 300 millones de euros desde 2018 y la pérdida del 70% del mercado.
En ese sentido, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, le ha recordado este miércoles a Trump que la Comisión Europea es la única habilitada para negociar comercialmente con Estados Unidos. "Estamos en una unión aduanera de los 27 estados", ha dicho el ministro a EFE, sin hacer referencia a la posibilidad de que Trump grave productos que sobre todo fabrica España. "La Comisión Europea es la encargada de negociar por parte de todos los Estados miembros, no solo para España, porque es la que tiene las competencias para ello".
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