Sin pretenderlo, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) le ha hecho el trabajo sucio al PDeCAT. Aunque Artur Mas (al igual que la ex vicepresidenta de la Generalitat, Joana Ortega, y la ex consejera de Enseñanza, Irene Rigau) ha anunciado que recurrirá su condena a dos años de inhabilitación al Tribunal Supremo, la Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) establece que los condenados por una sentencia contra las instituciones del Estado, aunque no sea firme, no podrán presentarse como candidatos a las elecciones. Por tanto, la única manera que tendría el ex presidente de la Generalitat de ser el cabeza de lista del PDeCAT sería una sentencia revocatoria por parte del Supremo, lo cual es bastante improbable, al margen de que el tiempo político en Cataluña va demasiado rápido como para dar plazo al TS a que se pronuncie sobre lo establecido por el TSJC antes de las próximas elecciones autonómicas.

A la dirección del PDeCAT, nombre que adoptó la antigua Convergencia, no le hacía ninguna gracia que Mas optara a ser cabeza de lista. Los escándalos del 3% y del caso Palau le afectan de forma directa y ponerle al frente de la campaña hubiera sido tanto como reconocer que en el nuevo partido lo único que ha cambiado es el nombre.

Ni Marta Pascal, ni David Bonvehí, los colíderes del PDeCAT, se sienten cómodos con la idea de recuperar al ex presidente, que se vino arriba tras la decisión de Carles Puigdemont de no presentarse como número uno ni del partido ni de la hipotética repetición de la coalición JxSí en las próximas elecciones autonómicas, que se apuntan para antes del verano.

Mas se lanzó a una campaña frenética de apariciones públicas, apoyado por la vieja guardia del partido, para recuperar su papel como abanderado de la independencia.

Literalmente, la joven generación que pretende reinventar a Convergencia, no sabía qué hacer con él. La Vanguardia publicó el pasado sábado una información en la que una fuente de la dirección del PDeCAT afirmaba: "Hay que matar al nuevo padre, pero no sabemos cómo". El nuevo padre, por supuesto, es Artur Mas.

Tanto los nuevos dirigentes del partido nacionalista, como la cúpula de ERC, están convencidos de que en los próximos días continuarán apareciendo informaciones que situarán en una posición imposible a Mas. Sobre todo, por la implicación directa de su mano derecha, Germá Gordó, en la financiación ilegal del partido a la que apuntan diversos informes de la Guardia Civil.

Así que, no hay mal que por bien no venga. Aunque muchos nacionalistas ahora se dan golpes de pecho por la sentencia del TSJC, en el fondo respiran aliviados al comprobar que la decisión del tribunal le descalifica de hecho para ir en las listas electorales.

Mas, por su parte, no desaprovechó la oportunidad para hacer victimismo una vez más y tachar la sentencia de "política". La realidad es que los magistrados han hecho un escrito bien argumentado en el que se pone de manifiesto que el ex president desobedeció al Constitucional de manera consciente, como pone de manifiesto el trabajo realizado por los propios servicios jurídicos de la propia Generalitat tras recibir la comunicación de la prohibición de la consulta por parte del TC (4 de noviembre de 2014).

El TSJC es claro sobre el ex presidente: "Pervirtió los principios democráticos de división y equilibrio de poderes"

Según dice la sentencia,  "conscientes de que con ello se contravenía lo dispuesto en la providencia del Tribunal Constitucional", estos son los hechos y conductas que han llevado a la condena de los acusados:

-Mantuvieron activa la página oficial institucional http://www.participa2014.cat/.

-Mantuvieron la campaña de publicidad institucional contratada el 24 de octubre.

-Mantuvieron el reparto masivo a domicilio de correspondencia oficial.

-Permitieron que el material para la votación (urnas, sobres, etc.) fuera distribuido entre los puntos de votación por la empresa privada Sertrans entre los días 7 y 8 de noviembre.

-Permitieron que los programas informáticos necesarios para la gestión de los votantes fueran instalados entre los días 7 y 8 de noviembre por la empresa Fujitsu.

-Joana Ortega concertó el 4 de noviembre con la compañía AXA la expedición de un suplemento a la póliza de seguros que tenía contratada respecto del personal de la Generalitat para cubrir a los voluntarios.

-Dispusieron la instalación de la infraestructura material necesaria para controlar el desarrollo y resultado de la votación.

-Dispusieron que el centro de prensa quedase acondicionado en el pabellón italiano de Montjuïc entre los días 7 y 8 de noviembre.

No se puede apelar a la voluntad del pueblo -como ha hecho Mas- para incumplir la ley. En eso, también el TSJC es claro: "Pervirtió los principios democráticos de división y equilibrio de poderes, e hizo quebrar una regla básica e imprescindible para una convivencia pacífica, la que pasa indefectiblemente por la sumisión de todos al imperio de la ley y al cumplimiento de las resoluciones judicales".