El primer semestre de 2017 ha estado marcado por varios factores. En Europa, el riesgo institucional se redujo gracias a la aceleración de la actividad económica y la victoria en Francia de un candidato pro europeísta. Estos dos acontecimientos contribuyeron a desplazar la incertidumbre política desde Europa hacia EEUU, donde se aplazó el aumento del gasto público, continuó la normalización de los tipos de referencia de la Reserva Federal y se depreció el dólar.

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