Hace un año, las mujeres hicieron historia. El 8 de marzo de 2018 millones de personas unieron sus voces para eliminar las barreras que aún existen para una mitad de la sociedad. Fue una muestra espontánea, transversal, que reunió distintas procedencias e ideologías y que consiguió zafarse de tintes políticos. Un 8M que este año no volverá a repetirse. La proximidad de las elecciones generales y el intento de algunos por abanderar la causa y rentabilizar la movilización en las urnas será determinante y un factor a la hora de salir (o no) a la calle este 8 de marzo. Este intento supone, salvando las distancias, reeditar el mismo error que reinó en Colón, donde tres partidos trataron sin éxito de arrogarse la unidad de España. En aquella ocasión, como en esta, los resultados podrían comprometer seriamente la convocatoria.