No tienen buena prensa los políticos de carrera que no han hecho otra cosa que militar en su partido y medrar gracias a su buena conexión con los órganos de poder. Llevamos años escuchando que hace falta regenerar los partidos y dar acceso al talento y los profesionales de la sociedad civil.

La gran paradoja es que estamos viviendo una campaña electoral para el 28-A llena de fichajes de figuras externas a la política que están llegando a los partidos con el fin de regenerarlos que, sin embargo, tampoco están ayudando a mejorar la imagen de los partidos. Tal vez sea porque en este afán de buscar caras nuevas que ventilen los aparatos de los partidos, estos se han preocupado por atraer más focos que talento.

Si en los fichajes para las listas electorales los partidos anteponen las figuras mediáticas que les ayudan a ganar visibilidad es probable que en esta campaña electoral logren ganar audiencia, pero no calidad democrática de las instituciones.