Unidas Podemos ha sufrido un notable descalabro electoral en las elecciones del pasado domingo. Eso, después de haber perdido 30 escaños el 28 de abril en relación al resultado obtenido en las generales del 26-J de 2016.

En sólo tres años, el partido liderado por Pablo Iglesias ha perdido 2.800.000 votos, el 56% de los que obtuvo en las generales de 2016.

En este corto periodo de tiempo, Podemos ha conseguido, además, que una figura tan relevante desde su fundación como Íñigo Errejón, haya abandonado el partido y esté en proceso de construir un nuevo proyecto tras el éxito obtenido por Más Madrid, que literalmente aplastó a la candidatura alentaba por Iglesias.

El descalabro monumental del partido que un hace sólo tres años intentó el sorpasso al PSOE tiene razones objetivas:

  1. Un excesivo personalismo por parte de su líder, sobre el que descansa gran parte de la fuerza de la organización.
  2. Divisiones internas nunca bien resueltas.
  3. Frustración de sus votantes al comprobar que la nueva política se parece bastante a la vieja política.
  4. Coqueteo con el independentismo que no se ha entendido ni dentro ni fuera de Cataluña.
  5. La aparición de marcas propias, como Adelante Andalucía, que han hecho su propio camino al margen de la dirección de Podemos; y a veces, incluso en su contra.
  6. Pérdida del referente de ejemplaridad tras la compra del chalet de Galapagar.

Suele decirse que un problema está medianamente resuelto cuando se conocen sus causas. Pues bien, el problema de UP es que su líder carismático no es capaz de analizar por qué han dejado de votarle más de la mitad de sus votantes.

El ejemplo más claro de esa falta de capacidad analítica y autocrítica lo tuvimos en la entrevista que le hizo Juan Carlos Monedero en la noche del pasado miércoles en su programa La Frontera.

Reconozcamos que el entrevistador no puso de su parte a la hora de tratar de descubrir las verdaderas razones del fracaso, sino que más bien quiso poner en boca de Iglesias lo que él ya pensaba sobre el asunto.

Refiriéndose a su antiguo camarada y amigo Íñigo Errejón el líder de Podemos afirma: "Yo no me vendí para que hablaran bien de mí"

En resumen, Iglesias cree que lo que le ha pasado a Podemos es consecuencia de que "nos atrevemos a decir verdades para mejorar la vida de la gente". Entre esas verdades está, por ejemplo, la denuncia de que el multimillonario Amancio Ortega haya utilizado "mecanismos legales de elusión fiscal" -tiene gracia que diga eso delante de Monedero, que se vio obligado a regularizar sus ingresos obtenidos desde Venezuela- y luego se hace "perdonar" dando una limosna a la sanidad pública. Otro caso es el de Marcos de Quinto, protagonista de un "fraude laboral" en Coca Cola y que ha sido premiado con el número dos de Ciudadanos en las últimas elecciones generales.

En fin, los ricos, ya se sabe, lo que quieren es que haya un gobierno de coalición entre el PSOE y Ciudadanos. Los ricos son los culpables y los medios de comunicación los que se encargan de fabricar mentiras para defenderles y atacar a Podemos.

Es decir, que a UP le ha ido mal porque los ricos, apoyados por sus lacayos en los medios de comunicación, no pueden soportar verdades como puños, como, por ejemplo, la desfachatez del dueño de Inditex. Es así de sencillo.

Apuntemos, pues, ese contubernio del mundo del dinero como primera causa de la debacle de Podemos.

En la segunda parte de la entrevista (de casi una hora de duración) entró Iglesias, jaleado por el entrevistador, en la que podríamos considerar como la segunda causa del desastre: la traición.

El protagonista indiscutible es Errejón, al que, echa leña al fuego Monedero, "le disteis 11 liberados para que hiciera la candidatura de Madrid ¿Total para qué? Para que os clavara el puñal por la espalda"

Iglesias muestra entonces una actitud condescendiente. "Esas cosas ya han pasado..." Aunque no desaprovecha la ocasión para darle un toque a la alcaldesa de Madrid: "Sentí vergüenza cuando Carmena dijo que la culpa de los desahucios no la tenían los bancos".

Pero luego le lanza a Errejón un directo a la mandíbula: "Yo no me vendí para que hablaran bien de mí".

Entonces, ante esta situación de acoso y derribo por parte de los multimillonarios, qué se puede hacer: "Hay que construir una maquinaria colectiva, mucha gente bien organizada para llevar adelante un proyecto colectivo que esté por encima de los intereses personales".

Un partido, como le apunta Monedero, que, aunque sea más pequeño, marque el camino a seguir a otros colectivos como "una nave nodriza".

La vuelta a las catacumbas, algo muy del gusto de los comunistas.

Como colofón de la entrevista, Iglesias se pone como ejemplo de todo lo que no debe ser la política, que está llena de "deslealtad, mentira y traición".

Con estas recetas, con esa actitud de su líder máximo, ¿se imaginan cual será el futuro de Podemos?