En Barcelona, republicanos de estribillo, que no saben qué es la res pública, se manifiestan contra un funcionario que mueve la mano en la ópera y da discursos a los cadetes. El Rey es eso, un funcionario con grilletes como cadenas de catedral o de blasón. Es eso excepto para los supersticiosos, los mitómanos, las tribus con hechicero; los que creen, para defenderlo o para odiarlo, que dentro de ese funcionario con la ortodoncia eterna de la heráldica y de las cuberterías hay de verdad un sacerdote, un jefe, un pequeño dios. Como en la Cataluña independentista no hay otra cosa que mitología, el Rey, que hoy en día es sólo un mandado que aguanta premios de poesía, concursos de arpa y guantes de ballet, se termina convirtiendo en símbolo de la opresión españolista con el que hacer vudú.
Para seguir leyendo Regístrate GRATIS
Identifícate o Regístrate con:
Todas las claves de la actualidad y últimas horas, en el canal de WhatsApp de El Independiente. Únete a nuestro canal de Whatsapp en este enlace.
Te puede interesar
Lo más visto
- 1 El guardia civil detenido en el 'caso Koldo' recurre su cese
- 2 Así está la luna hoy: Cuándo está en cuarto creciente en mayo 2024
- 3 El obispo sin Papa que vive de las rentas y al que obedecerán 16 monjas clarisas
- 4 Lucas Pérez, el gurú de las anécdotas: "Morante es irrepetible"
- 5 Las novedades en la paga extra de verano de los jubilados
- 6 Operación 'el Palmar de Orduña': ¿una 'secta' en busca de un monasterio de 1,2 millones?
- 7 El robo de datos de Banco Santander afecta, sobre todo, a los trabajadores
- 8 Zelenski cancela el viaje a España y Portugal por la grave situación en el frente en Ucrania
- 9 Zegona ejecutará un ERE en Vodafone para cientos de personas