Ahora Torra pide mártires, o le inspiran los mártires, él que también quería ser mártir y por eso se arrojó al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña como el que se arroja al tren expreso. Un mártir por inhabilitación, de todas formas, es poco mártir, es como un mártir con pupa de mercromina. Ni queriendo les sale a ellos eso del martirologio. A ver qué martirio van a aceptar en una revolución que hacen funcionarios consagrados al desayuno y pijos consagrados a la marca Hermès.

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