La industria del turismo en España se maneja desde hace varios trimestres con el viento en contra. La pérdida de pujanza de algunos de los principales destinos turísticos de país -especialmente Canarias y Baleares- por la competencia de algunas plazas en la costa africana del Mediterráneo, se ha visto agravada en los últimos meses por la caída del touroperador Thomas Cook.

Esta amenaza ha acompañado el rumbo bursátil de Aena todo este tiempo, ante el riesgo obvio de que acabara afectando al volumen del tráfico aéreo. Pero, aunque es cierto que algunos aeropuertos concretos (Fuerteventura, Gran Canaria o Lanzarote) han sufrido el impacto de esta situación, los datos de 2019, publicados este lunes, han acabado superando incluso las estimaciones del propio gestor de los aeropuertos españoles, al alcanzar la cifra récord de 275,2 millones de pasajeros.

Esta sorpresa tuvo este martes una cálida acogida en los mercados, donde las acciones de Aena esquivaron los recortes del Ibex y se anotaron una subida del 1,22%, situándose por encima de los 174 euros, apenas a un 5% de sus máximos históricos, que datan de junio de 2017. En poco más de un año, los títulos de la compañía se han revalorizado más de un 30%, situando su capitalización por encima de los 26.000 millones de euros.

Las cifras de tráfico de 2019 han reforzado las perspectivas para la compañía en el presente ejercicio

La reacción de los inversores parece lógica. Al fin y al cabo, las cifras presentadas el lunes han llevado a un buen número de casas de análisis a mejorar sus previsiones para Aena en 2020, elevando las expectativas de ingresos.

Pero también es cierto que los crecimientos registrados en los últimos tiempos difícilmente podrán mantenerse en el recién estrenado ejercicio. De hecho, la propia Aena ha estimado el crecimiento del tráfico en 2020 en apenas un 1,1%, frente al 4,4% del año anterior.

Cierto es que el grupo ha acostumbrado en los últimos años a superar todas las estimaciones. Sin embargo, con el valor de sus títulos al borde de sus máximos, tal vez la dificultad no sea tanto batir las previsiones como hacerlo de un modo que justifique una subida adicional.

De hecho, son varias ya las firmas que, como Renta 4 o Alantra, consideran que la cotización actual del gestor aeroportuario rebasa ya con mucho lo racional, y le otorgan precios objetivos hasta un 11% por debajo de sus niveles actuales.

Y es que, si las difíciles perspectivas para el tráfico aéreo en España hacen ya augurar un pico para las ganancias de Aena en el presente ejercicio, al grupo aeroportuario se le añade una incertidumbre adicional: el riesgo regulatorio derivado de la próxima revisión del DORA (Documento de Regulación Aeroportuaria), que podría suponer un tajo al exceso de ganancias que la compañía se está anotando en los últimos ejercicios.

Desde su salto al parqué, en 2015, Aena se ha mostrado con frecuencia capaz de superar hasta los augurios más optimistas. Pero el ejercicio actual parece especialmente exigente y el grupo tendrá que poner a prueba sus límites para hacerse merecedora de alcanzar cotas más elevadas.

La industria del turismo en España se maneja desde hace varios trimestres con el viento en contra. La pérdida de pujanza de algunos de los principales destinos turísticos de país -especialmente Canarias y Baleares- por la competencia de algunas plazas en la costa africana del Mediterráneo, se ha visto agravada en los últimos meses por la caída del touroperador Thomas Cook.

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