Ayer me preguntaba una periodista acerca de la evolución de los movimientos radicales de extrema izquierda y de extrema derecha, si se podía llegar a vislumbrar focos de tensión en el otoño fruto de la crisis que devinieran en conflictos en la calle. Todo puede pasar si optamos por una vía de enfrentamiento y de exacerbación de los movimientos polarizadores. Ha llegado el momento de decir basta a una situación que promueve dicho frentismo y que nos está llevando a conatos de conflictos en la calle.

Es nuestra responsabilidad como ciudadanos exigir ese sentido común y una posición alineada y constructiva de todo el arco político para, de una forma conjunta y coordinada, abordar esta crisis. Crisis ya no sanitaria, sino social por los efectos económicos de la pandemia y de su gestión. Hemos de exigir que todos los esfuerzos de los políticos, tanto en el Gobierno como en la oposición se orienten a la reconstrucción social y económica de España.

¿Qué ejemplo estamos dando con actitudes chulescas en las reuniones parlamentarias? ¿Queremos deslegitimar las instituciones desde las instituciones para que los ciudadanos pensemos que no nos representan y lo mejor es que desaparezcan? La sociedad española se merece mucho más que esta actitud egoísta por el poder y para el poder haciendo de los ciudadanos unos instrumentos manipulables que sirven para los fines particulares de unos pocos.

La sociedad española se merece mucho más que esta actitud egoísta por el poder y para el poder haciendo de los ciudadanos unos instrumentos manipulables

¿Quién gana en este momento ante una situación de inestabilidad institucional? Cuando un país se gestiona desde la amoralidad, el relativismo se impone y sólo queda el ansia de poder y se somete a este impulso el principio de la salvaguarda de la democracia que es la división de poderes. Cuando el culto a un ego sin mesura se convierte en el cuaderno de bitácora del gobierno  de un país los ciudadanos son considerados meros útiles para esos deseos. 

Decía Ramón y Cajal: "Las ideas no duran mucho, hay que hacer algo con ellas”. Tenemos que hacer algo positivo con lo que tenemos. Ya que no disponemos de tiempo suficiente para desarrollar un proyecto estratégico sin un proyecto táctico que nos lleve al estratégico en un plano de visión de Estado y de reconstrucción social del país. Estamos viendo estallidos de violencia racial en Estados Unidos, grandes movimientos sociales por algo que no se ha resuelto en ese país como es la discriminación racial y más allá el aprecio por el valor del ser humano, independientemente de raza, color de piel, ideas o credos.

Apelo al sentido común de la sociedad civil y a aquellos políticos que tienen voluntad real de servicio público a trabajar conjuntamente para fomentar una España no sometida a frentismos y a no utilizar los miedos atávicos para buscar demonios donde sólo hay servicio a nuestro país. 


José Antonio Gómez Bule es analista de inteligencia

Ayer me preguntaba una periodista acerca de la evolución de los movimientos radicales de extrema izquierda y de extrema derecha, si se podía llegar a vislumbrar focos de tensión en el otoño fruto de la crisis que devinieran en conflictos en la calle. Todo puede pasar si optamos por una vía de enfrentamiento y de exacerbación de los movimientos polarizadores. Ha llegado el momento de decir basta a una situación que promueve dicho frentismo y que nos está llevando a conatos de conflictos en la calle.

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