A Sánchez, que está casado con todos, tendrían que ir haciéndole bodas a su paso, bodas como en moto o en piragua, mientras va ensartando con hocico de delfín flores, anillos, amores y socios. Con esto del acuerdo para el Consejo de RTVE, Vox les ha cantado “que se besen” a PSOE y PP, o a PSOE, PP y todas las esposas de Sánchez, que son como esposas balinesas, con los pies descalzos y piñata de oro en la cabeza. Vox, que es un partido de mesón, lo que le hace a Sánchez es una boda de mesón, con mendrugo de mesón, coro de mesón y charco de recena de mesón. En realidad Vox está en todas las bodas de Sánchez, es un poco como su cortador de jamón, alguien altivo y coreográfico, entre torero y samurái, pero que sólo está al nivel de sus camareros. Yo creo que quien tendría que besarse con Sánchez, con un beso en la boca como de Brezhnev, sería Abascal.
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