Primera falsedad: “Presento mi candidatura para culminar la independencia de Cataluña”. El candidato a presidir la Generalitat empieza su discurso de investidura envolviéndose en una fantasía recurrente, lo cual supone la enésima prueba de que los independentistas, tanto dirigentes como partidarios, necesitan mentirse sistemáticamente para poder seguir deambulando por la rueda sin fin de una independencia que ni declararon nunca salvo durante unos segundos, ni ha existido, ni va a existir y que no se puede culminar porque no llegó a nacer.

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

Opciones de suscripción

¿Todavía no estás seguro? Consulta aquí todas las ventajas de suscribirte a El Independiente.

¿Ya eres usuario Premium?

Identifícate