Ver al prófugo Puigdemont en Cerdeña apoyando la independencia de la isla bajo la bandera del lugar, con las cuatro cabezas de moro cortadas, es toda una declaración de intenciones. El rey Pedro I de Aragón en el año 1096 ganó la batalla de Alcoraz (Huesca) en la que derrotó a las tropas del rey moro de Huesca y del emir de Zaragoza. Asegura la leyenda que el mismísimo San Jorge apareció con su gigantesca cruz roja en el pecho y cortó la cabeza de cuatro importantes príncipes moros, ganando así la batalla.

Contenido Exclusivo para suscriptores

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

¿Ya estás suscrito? Identifícate aquí